Sociedad -

18 millones de años

El nido fósil de las Bardenas, un tesoro oculto desde un pasado remoto

El fósil fue hallado a finales de 2004 en las Bardenas Reales por un vecino de Fontellas.

Detalle de las cáscaras de varios huevos. Foto: EFE
Detalle de las cáscaras de varios huevos.
Detalle de las cáscaras de varios huevos. Foto: EFE

Redacción

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El nido fósil hallado en las Bardenas Reales, el más antiguo del mundo, con 18 millones de años, es un tesoro del Mioceno conservado en la roca desde que esta zona de Navarra, ahora desértica, era un espacio pantanoso ubicado en una gran sabana similar a las actuales de África.

Aunque en el registro paleontológico se conocen huevos de dinosaurios y otros reptiles mucho más antiguos, éstos no se consideran 'nidos' al no incluir una estructura construida para depositar los huevos, ha explicado a la agencia Efe Xabier Murelaga, paleontólogo de la Universidad del País Vasco (UPV), que lleva más de una década trabajando en el área de Bardenas.

El fósil fue hallado a finales de 2004 en las Bardenas Reales por Julio Salillas, vecino de la localidad navarra de Fontellas, mientras trabajaba con una retroexcavadora reparando los daños provocados por la gran tormenta que tuvo lugar a comienzos de septiembre de aquel año.

El nido con vegetales más antiguo del mundo La importancia del hallazgo, que ha sido descrito en la prestigiosa revista PLOS One, reside en que no se trata de pequeños fragmentos de cáscaras o incluso huevos aislados, sino de una importante acumulación de cáscaras pertenecientes a unos cinco huevos, incluyendo uno que se ha preservado casi completo.

Los especialistas, ha indicado Murelaga, han interpretado los restos pétreos para llegar a la conclusión de que se trata del nido con vegetales más antiguo conocido hasta ahora en el mundo construido por un ser vivo.

Para llegar a esa conclusión, ha comentado, los especialistas han tenido en cuenta que los restos se encuentran incluidos en una roca caliza, que es el barro que se acumuló en el fondo de un lago, y que se aprecia en la roca una materia oscura que rodea las cáscaras de huevo, que en origen era materia vegetal y que se ha convertido en carbón. El nido flotante de Bardenas, al dejar de ser utilizado por el pájaro que lo construyó, se hundió poco a poco en el lago, de tres o cuatro metros de profundidad, y fue enterrado por barro carbonatado hasta quedar fosilizado al cabo de millones de años.

Especie nueva

Restos de huevos del nido fosilizado han sido estudiados con un microscopio electrónico en Australia, donde se ha hecho un análisis de su microestructura.

Murelaga ha señalado que, además, en el nido se encontró un hueso pequeño, similar a los hallados en otras ocasiones en Bardenas, que se cree que pertenecen a la misma especie, un ave parecida morfológicamente a los flamencos, aunque estas aves no ponen cinco huevos ni hacen nidos flotantes.

Se considera por este motivo que podría tratarse de una especie intermedia entre el somormujo actual y el flamenco, que de esta forma tendrían un ancestro en común. De hecho, "sería una especie nueva", algo que tampoco es raro en las Bardenas, donde también se han hallado dos especies nuevas de tortugas y dos de roedores, ha destacado Murelaga.

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