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Orden judicial
LG detiene la distribución de PlayStation 3 en Europa
La Haya ha parado la distribución durante los próximos 10 días y ha reconocido los argumentos presentados por LG contra Sony por una supuesta infracción en patentes relacionadas con el Blu-ray.
Redacción
El tribunal civil de La Haya ha emitido una orden judicial preliminar que prohíbe la distribución de consolas PlayStation 3 en Europa durante los próximos 10 días. El tribunal ha reconocido los argumentos presentados por LG contra Sony por una supuesta infracción en patentes relacionadas con el Blu-ray. Los agentes de aduanas de Europa tienen la orden de interceptar todas las consolas Playstation 3 que circulen por el continente.
Sony y LG mantienen distintos pleitos por cuestiones de patentes. Hasta siete casos distintos tienen las dos empresas en los tribunales. Uno de esos casos es una denuncia de LG, que acusa a Sony de haber vulnerado patentes de LG a la hora de integrar los sistemas Blu-ray en sus consolas Playstation 3. LG ha conseguido que el tribunal europeo de La Haya considere el caso y emita una orden judicial preliminar.
En los próximos 10 días los agentes de aduana van a requisar todas las consolas PlayStation 3 que detecten. La orden judicial ha hecho que los agentes acudan a los almacenes de Sony en Europa para que se corte el suministro de consolas. En Holanda se ha intervenido uno de los mayores almacenes de Sony en Europa, paralizando el envío de miles de unidades.
Las acusaciones de LG afectan a cuatro patentes desarrolladas en el Blu-ray de las consolas de Sony. La compañía coreana ha presentado la misma acusación en varias instituciones, incluidos organismos americanos. La primera en atender a las acusaciones y tomar medidas a sido el tribunal civil europeo de La Haya.
Si finalmente los peritos verifican que Sony no ha respetado las patentes de LG las consecuencias pueden ser terribles para Sony. LG podría exigir la destrucción de las consolas incautadas, actuación poco probable, o solicitar una indemnización. En el segundo caso, Sony tendría que abonar una suma de dinero por cada consola vendida, lo que supondría un coste muy elevado para la compañía.