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Disco compacto
El CD, el soporte que metió el sonido digital en casa, cumple 30 años
El primer aparato reproductor de discos compactos pesaba 7,6 kilos. El nuevo soporte permitía llevar a los hogares el audio digital.
Redacción
El CD, el disco compacto que arrinconó al vinilo hasta convertirlo en material de coleccionista, cumple el 30 años desde que, de la mano de Sony y Philips, desembarcó en el mercado y llevó la revolución digital al mundo del audio.
El 1 de octubre de 1982 salía a la venta en Japón el primer reproductor comercial de discos compactos, el CDP-101, un aparato que costaba 168.000 yenes (unos 1.680 euros), pesaba 7,6 kilos.
El lanzamiento estuvo acompañado de la publicación de 50 títulos en CD de todo tipo de música por parte de CBS/Sony y Epic/Sony, desde Mozart o Beethoven hasta Simon&Garfunkel, Julio Iglesias o Billy Joel, cuyo álbum "52nd Street" es hasta hoy considerado por muchos el primero comercializado en este formato.
El desembarco del disco compacto en un mercado dominado entonces por los LP's y casetes había comenzado a gestarse en 1979, cuando la japonesa Sony y la holandesa Philips decidieron colaborar para crear un nuevo soporte que permitiera llevar a los hogares el audio digital. La alianza entre las dos empresas permitió que para abril de 1982 se pusiera en marcha la primera línea de producción en masa de CDs en una planta de la provincia de Shizuoka (centro de Japón), con vistas al estreno en el mercado de este soporte seis meses después, con un éxito que ninguna de las dos empresas había imaginado.
Ambas firmas coincidían en que el nuevo disco debía ser fácil de llevar, por lo que Sony hizo todo un estudio en Asia, Europa y América para comprobar el tamaño medio de los bolsillos de las chaquetas y confirmar así que el CD de 12 centímetros entraba sin problemas.
El pequeño disco tuvo tal éxito, que para finales de 1984 Sony ya había lanzado el primer reproductor portátil de CDs, el "discman" D-50, y para 1986 la producción anual de discos compactos alcanzaba ya los 45 millones de unidades, muy por encima de los discos de vinilo. Para el año 2007, 25 después de su nacimiento, se habían vendido ya más de 200.000 millones de CDs en todo el mundo, pese a que ya entonces la creciente popularidad de otros formatos le estaba comiendo terreno.