Bilbao
estudio
El 15% de los alquileres en Bilbao acaban en impago
agencias | redacción
Son los problemas entre inquilinos y propietarios los que llevan al impago de la renta; principalmente son la reparación de electrodomésticos, la relación con vecinos y los cambios de titularidad.
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La reparación de electrodomésticos, especialmente de la caldera y la lavadora, la relación con los vecinos de la comunidad, y los cambios de titularidad de los suministros, figuran como los tres principales conflictos que enfrentan a inquilinos y propietarios de un piso en alquiler y que, en Bilbao, llevan, en 15 de cada 100 alquileres, al impago de la renta y, de ahí, y en su caso, a disolver el contrato o, incluso, al desahucio.
Estos datos se recogen en un estudio de la firma bilbaína de alquiler de vivienda, Arrendamiento 10, que incide en los conflictos más habituales entre los propietarios y sus inquilinos, así como sus consecuencias y soluciones.
El informe, que tiene en cuenta una base de 700 alquileres en Bilbao para obtener la lista de los problemas más típicos, señala que se dan conflictos, mayores o menores, en el 99% de los casos. "No quiere decir que siempre estén a la pelea, pero el inquilino y el casero tienen diferentes puntos de vista desde el primer minuto, lo que les lleva a la discrepancia por todo tipo de cuestiones", señala Igor Godoy, gerente de Arrendamiento 10.
Así, a la cabeza de este listado se encuentran las disputas por los electrodomésticos estropeados y quién debe repararlos. Este asunto copa el 80% de los conflictos. "Las calderas y las lavadoras se llevan la palma; también la nevera u otros electrodomésticos más pequeños, aunque en menor proporción", explica Elisabeth Delgado, gestora de Arrendamiento 10 e intermediaria entre los inquilinos y propietarios que trata de dar con las soluciones que satisfagan a ambas partes.
Así, quién debe hacerse cargo del arreglo, sobre todo si la factura es alta, es el principal caballo de batalla para ambas partes. También hay otras más pequeñas, aunque frecuentes y que figuran como fuente de disputa: persianas, cerraduras, puertas de armario, enchufes.
Aquí es donde los expertos abogan por un contrato lo más detallado posible que especifique durante cuánto tiempo se deberá hacer cargo el propietario de las reparaciones, o por qué cantidades. "No es lógico que el inquilino arregle la nevera si lleva un mes en el piso; pero sí si lleva año y medio", explica Godoy. Al mismo tiempo, las reparaciones menores deberán ser definidas y cuantificadas, para que no existan problemas posteriores, explica.
Pero no todos los conflictos entre propietario e inquilino son de carácter económico. Así, los enfrentamientos con el vecindario, las quejas por ruidos, música alta, o comportamiento, aparecen en el segundo lugar del listado de disputas entre inquilino y propietario.
Es, de hecho, un conflicto con muchas aristas y de muy diferente índole, pero que acapara un 45% de los problemas. "El vecino se queja al propietario, el propietario a su inquilino; y el problema se alarga en el tiempo", señala Delgado.
Otro de los conflictos más habituales, que ocupa la tercera posición del ranking, pasa por el cambio de titularidad de los diferentes suministros y el "desfase de facturación".
El 40% de las disputas entre inquilino y propietario tienen que ver con las facturas y los periodos de facturación, es decir, qué porcentaje de las facturas de luz, agua, y gas deben pagar el inquilino y el propietario al acceder por vez primera a la vivienda. "No es lo mismo que el piso haya estado desocupado o con una familia", explican los expertos inmobiliarios.
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