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La Varona de Castilla

La mujer que luchó contra Alfonso el Batallador

Álvaro Arbina cuenta la historia de la Varona de Castilla, una mujer de Valdegobia de armas tomar, en 'Boulevard Magazine'.

  • Torre de los Varona en Valdegobia

    Torre de los Varona en Valdegobia. Wikipedia

    13:51 min
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El valle de Valdegobia es un rincón alavés desconocido a pesar de su enorme historia y la belleza y tranquilidad de sus paisajes. En la pequeña localidad de Villanañe hay una enorme Torre Palacio que destaca sobre el resto de las edificaciones. En ella viven los Varona desde hace 27 generaciones, un caso insólito muy poco frecuente en España. A pesar de lo recóndito de esta localización, estamos antes la segunda vivienda de España que tuvo luz eléctrica, y una de las primeras en contar con teléfono.

El escudo luce las barras de Aragón, dispuestas en diagonal, y nos recuerdan que fueron ganadas como trofeo. El detalle podría pasar inadvertido para algunos si la estatua heráldica no mostrara el busto de una mujer, con armadura y celada y una espada rota en la mano. Es María Pérez, la Varona de Castilla.

Nos acercaremos primero desde los escritos y menciones a esta mujer de la que se dice hubo muy pocas con tanto poder en su época. El primer documento que habla de María Pérez y que se conserva en el propio archivo de la familia data de 1500. Es difícil distinguir en los escritos la frontera difusa entre leyenda e historia.

También Lope de Vega dedicó una comedia a La Varona Castellana, una octava en la Jerusalén Conquistada y otra en la segunda parte de Filomena a la leyenda de la Varona de Castilla. De esta última son los famosos versos: De la ilustre doncella, que llamaron Varona, que al Rey aragonés prendió arrogante, origen del linaje Barahona.

El relato del actual señor de la Torre-Palacio de los Varona se remonta a los últimos años del siglo XI y primeros del XII en los que María Pérez vivió allí junto a sus hermanos Alvar y Gómez. La familia, partidaria de Doña Urraca de Castilla y su hijo Alfonso VII en su lucha contra Alfonso I el Batallador, había sido llamada a tomar las armas. Lo que sucede aquí es que María es una mujer que no se resigna a esperar en su casa la vuelta de sus dos hermanos, así que se empeña en acompañar a sus hermanos en la batalla, haciéndose pasar por un guerrero más.

Los hechos suceden en los campos de Atienza, en Guadalajara, aunque otras fuentes hablan de Soria y de una comarca que se llamó Barahona. Así que desde la Torre Palacio de Villanañe, María se viste con armadura y se sumerge en el enfrentamiento entre las tropas castellanas y aragonesas. Según la leyenda, al anochecer y en la confusión del combate, María se apartó de sus hermanos y fue a encontrarse con el mismo Alfonso el Batallador. Dicen que le venció en el combate cuerpo a cuerpo. Se cuenta que la lucha duró toda la noche. La fiereza de la que dio muestras María, a la que se le rompió la espada, le hizo ganar el combate y tomar como prisionero a Alfonso el Batallador que, por cierto, está considerado uno de los grandes reyes aragoneses.

En agradecimiento, el rey castellano le cambia el apellido de Pérez a Varona a ella y sus descendientes y le concede para su escudo el emblema de las cuatro barras aragonesas que se esculpen en diagonal. Es el busto de la mujer con celada y armadura que puede verse actualmente a la entrada del palacio de Villanañe.

También participa en combates contra los musulmanes, a los que arrebata, según se dice plazas como Toro, Torquemada o Dueñas llegando a ser señora de 40 villas en Castilla. A sí que podemos entender lo que se dijo de ella por aquel entonces, que durante unos años fue el terror de los árabes.

Se cuenta también que ella militaba en el campo del Cid, cuando el rey de Denia, Lérida y Tortosa, Alhayib, pide ayuda contra el Campeador al rey Sancho Ramírez de Aragón, que acude con su hijo Pedro, rey de Sobrarbe.

Todos estos hechos han sido ensanchados con los años y las habladurías, han sido objeto de modificaciones, como bien sucede con la leyenda del Cid Campeador. De hecho, para algunos investigadores, es posible que en la batalla de Soria, la Varona se enfrente en realidad a Pedro I y no a su hermano Alfonso I el Batallador. Porque en aquella contienda, María habría luchado contra un rey de 15 años, por lo que no tienen nada de inverosímil que lo haga prisionero.

Leyenda o historia inventada, como tantos cuentos sobre la genealogía de las grandes familias que se engordaban hasta la extenuación, lo que sí es cierto es que María Pérez casó con el infante don Vela, por cierto procedente de la corona de Aragón, y de aquel matrimonio nació Rodrigo Varona, al que se considera el primero de la estirpe de la familia que lleva desde el siglo XII en la misma casa torre.

Como tantos otros creadores de sagas, la Varona acabó vistiendo hábitos, una vez que enviudó, y está enterrada en el gran monasterio de San Salvador de Oña.

Con ella se perdió el apellido Pérez del almirante visigodo Ruy Pérez que mandó construir la Torre en Villanañe allá por el año 680. En esta fortificación se dice que descansó Don Pelayo tras la Batalla de Guadalete (711) y preparó la Reconquista. «Ha servido de paso seguro para todas las grandes rutas», señala Varona recordando por ejemplo la ruta de la sal o el antiguo itinerario del Camino de Santiago que pasaba por Álava.

Como apunte final, hay que decir que su familia, la Varona, está emparentada con los Salazar, Mendoza, Velasco, Sarabia, Rueda o Manrique, entre otros históricos apellidos. Además, la familia contó entre sus miembros con primeras autoridades en Italia, Flandes o América. Sus recuerdos, como el crucifijo donado a un Varona por Don Juan de Austria tras la batalla de Lepanto, se han ido acumulando con el paso del tiempo en la Casa Torre, que por cierto, está decorada con papeles pintados de la época y hoy se muestra a los visitantes como una Casa-Museo.