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Ander Herreros, 31 años: "Fui positivo un miércoles y el domingo estaba en la UCI"

O.V. | EITB Media

El 40,9 % del total de hospitalizados por covid tiene ya menos de 40 años. Ander Herreros estuvo 15 días intubado en la UCI y ahora tiene epilepsia a consecuencia de la enfermedad.

  • Leire Barroso y Ander Herreros

    Leire Barroso y Ander Herreros

    25:39 min
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Euskaraz irakurri: Ander Herreros, 31 urte: "Asteazkenean positibo eman nuen eta igandean ZIUn nengoen"

La edad media de los ingresos en la red de hospitales de Osakidetza sigue descendiendo. En este momento se sitúa en los 52,49 años, frente a los 65 años de la primera ola; descenso que también se constata en los pacientes críticos que ingresan en las UCI.

La semana pasada, el mayor número de ingresos se registró en la franja de 18 a 39 años. De hecho, el 40,9 % del total de hospitalizados tiene ya menos de 40 años.

Ander Herreros tenía 30 años cuando cogió la covid. Según ha contado en "Boulevard Informativo" de Radio Euskadi, se sentía "muy cansado y con dolor de cabeza", pero al de unas horas empezó con fiebre y no se sentía bien. Ander no recuerda "absolutamente nada" de los días que transcurrieron desde que dio positivo, un miércoles, hasta el día que ingresó en el hospital, un sábado. El domingo ya estaba en la UCI.

A los profesionales que le atendieron les afectó emocionalmente ver a una persona joven en la UCI, y aunque intentaron que mejorara sin la intubación, el lunes tuvieron que intubarle. Estuvo 15 días intubado, y, después, otras 3 semanas en la UCI. Ander recuerda que tenía sueños muy extraños y que le tuvieron que atar porque se sacó el tubo. Durante su estancia en la UCI, estuvo muy débil. "Apenas podía caminar, ni levantarme, ni sujetar un vaso o beber por mí mismo", ha recordado.

Tanto él como su pareja, Leire Barroso, han declarado que no eran conscientes de lo que podía pasar, puesto que eran jóvenes y sin patología, pero "nos puede tocar a cualquiera", han señalado. Ante el aumento de contagios, según Ander, "lo que está fallando es la sociedad; no pensamos en el bien común, solo en el personal".

La secuela más grave que le ha quedado tras pasar la covid es la epilepsia, que se la consiguieron controlar en la UCI. Ahora se tiene que medicar mañana y noche para controlar la enfermedad y no sufrir ninguna crisis. En Neurología le hacen una seguimiento que "va a ser de por vida".

Ander invitaría a "sentarse unas horas en la zona de enfermería" a las personas que no siguen los protocolos de seguridad, para que viesen la realidad. "Vivir la UCI en primera persona te cambia la perspectiva de las cosas", ha añadido. En su opinión, "enseñar un poco la realidad" que se vive en los hospitales quizás habría ayudado de cara a concienciar a la sociedad.