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Cierre sucursales bancarias

Kepa Loizaga (OCU): "El banco es un derecho universal, nadie puede prescindir de ello"

O.V. | EITB Media

El cierre de sucursales bancarias es una realidad. La pandemia ha acelerado el uso de los medios digitales en éste y otros sectores, ha provocado más cierres, pero también ha provocado que quienes no utilizan estos medios, alcen la voz.

  • Imagen del Banco de España. Foto: EFE

    Kepa Loizaga

    25:44 min
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La ministra Nadia Calviño ha pedido al sector bancario que en el plazo de un mes mejoren la atención que prestan. Calviño se reunía la semana pasada con representantes del sector tras la campaña iniciada por un jubilado en Valencia. Carlos San Juan, un hombre de 78 años, ha conseguido más de 380 000 firmas para pedir un trato más humano en la banca. San Juan reconocía ayer que estaba muy emocionado, porque tanto el Gobierno como el Banco de España habían contactado con él para agradecerle la iniciativa. La semana pasada Carlos San Juan explicó su campaña en el programa "Distrito Euskadi" de Radio Euskadi, una campaña con un lema llamativo: " Soy mayor, no idiota".

La Confederación de Cajas de Ahorros, que representa un 40 % del sector y agrupa a bancos, cajas o cooperativas participó en esa reunión con la ministra. Hace 13 años, había en Euskadi 2006 oficinas. Según sus datos, basados también en el cómputo del Banco de España, el pasado mes de septiembre esa cifra se había reducido hasta las 1068 sucursales. Desde que comenzó la pandemia, disponen del dato entre septiembre de 2020 y 2021, hay 51 oficinas bancarias menos en Bizkaia, 37 en Gipuzkoa, 13 en Álava y 34 en Navarra. 

Alberto Aza, portavoz de CECA, Confederación de Cajas de Ahorros, reconoce que el mayor problema está en las zonas rurales, donde en ocasiones no solo no hay sucursales sino tampoco cajeros. No obstante, dice que la situación es global y que en la Unión Europea hay zonas en las que la digitalización está más extendida.

En una entrevista en "Boulevard" de Radio Euskadi, Daniel Montoya, responsable de Banca Digital en Rural Kutxa, ha destacado que del año 2000 al 2006 hubo un crecimiento del 2 % de usuarios que accedían a la banca digital. A partir del 2007 el incremento pasa a ser del 3 % y a partir del 2020 se dispara al 6 %. En el caso de Rural Kutxa, Montoya afirma que no se ha cerrado ninguna sucursal, es más, desde el 2017 se han abierto 11 oficinas en la CAV, y ha añadido que su política es diferente al resto del sector y están abriendo oficinas en zonas rurales, dónde otros los cierran. El responsable de Banca Digital de la entidad ha afirmado que el 60 % de los clientes son digitales y que el uso de las tarjetas se ha disparado mientras la retirada en efectivo de los cajeros ha descendido un 15 %.

Por otra parte, la OCU, la Organización de Consumidores y Usuarios, ha elaborado un informe sobre "Los consumidores vulnerables" con especial atención a los servicios en el mundo rural. Kepa Loizaga, delegado de la OCU en Euskadi, no ha dudado en afirmar que los bancos "derivan a la fuerza a la digitalización" y ha enumerado las trabas que ponen desde los bancos para realizar operaciones cotidianas en sus sucursales: eliminación de libretas de crédito, cobro de servicios, imposición del uso de la app para poder operar...

En opinión de Loizaga hay una brecha digital independientemente de la edad, puesto que también hay gente con menos edad que no tiene esos conocimientos digitales. "El banco es un derecho universal, nadie puede prescindir de ello" y se pregunta por qué la ministra Calviño no exige, en vez de emplazar, a los bancos a mejorar la atención que prestan, por qué no regula que haya ciertos servicios para colectivos vulnerables, ya que "solo el 23 % de los mayores de 74 años se maneja en internet". "Como se sigan fusionando los bancos, habrá menos personas y menos sucursales" con lo que solo regulándolo legalmente se garantizaran ciertos servicios básicos.

En ese estudio de la OCU se recogen también otros datos interesantes: los mayores de 65 años reconocen que prefieren el dinero en efectivo, el 54 % prefiere el efectivo como principal medio de pago. Entre los más jóvenes, de 18 a 24 años, ocurre lo contrario y este colectivo "huye" del dinero en efectivo y solo el 28 % asegura que lo utiliza como medio de pago. Santiago Carbó, catedrático de Análisis Económico y director de Estudios Financieros de la fundación FUNCAS, no cree que a corto y medio plazo esta situación traiga consigo el fin del dinero en efectivo. Aunque parece que la pandemia ha dado un empujón al uso de medio digitales, Carbó opina que "todos usamos el efectivo para ciertas cosas". Hay países en lo que se promueve activamente la utilización de la tarjeta incluso para las compras más pequeñas, por ejemplo, en Suecia se ha hablado de la fecha de 2023 para intentar que todas las transacciones se realicen sin dinero físico, lo que a entender del catedrático "es un poco precipitado" y señala que en Suecia ya hay voces discordantes porque se discrimina a determinados perfiles.