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Ramón Souto: "Es rara la familia de Marín que no tenga una desgracia en la mar con algún pariente"

O.V. | EITB Media

Los cuerpos de dos de los fallecidos del pesquero gallego hundido en Terranova llegan a Tierra firme junto con los supervivientes. Después se trasladarán a Marín. Radio Euskadi se ha acercado a Portugalete a conocer la historia de un marino marinense: Ramón Souto.

  • Ramón Souto

    Ramón Souto

    7:43 min
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Ramón Souto es de Marín pero vive en Euskadi. Tiene 61 años y sabe muy bien lo que supone salir a la mar sabiendo que te rodea tu pasión pero también que puede suponer tu muerte. Ramón es de familia de arrantzales, y hoy justo hace 57 años, su padre se convirtió en el único superviviente de un naufragio en la Costa da Morte. Souto ha recordado en "Boulevard" de Radio Euskadi lo sucedido aquella noche de "tormenta huracanada" cuando la embarcación se dirigía a la ría de Muxía para protegerse de la tormenta. La mala suerte quiso que un rayo alcanzara el faro que guiaba al barco y éste chocara contra un bajío que partió el barco por la mitad. Murió toda la tripulación, 12 personas, excepto el patrón de la embarcación, el padre de Ramón. Entre los fallecidos estaba su tío, pero el hecho de ser el único superviviente le cambió. "Mi padre se quedó muy tocado" y se marchó de Marín porque "había familiares de víctimas que le miraban mal porque él era el patrón y parece que era el culpable de las muertes". El padre de Ramón Souto se embarcó en un mercante y ya "nunca quiso gobernar un barco". Se jubiló siendo cocinero en un barco de Ondarroa.

Ramón Souto vivió hasta los 9 años en Marín, en la barriada de los pescadores, y recuerda que "las mujeres iban todas de luto porque a todas les faltaba un marido o un hijo". "Es rara la familia de Marín que no tenga una desgracia en la mar con algún pariente. Antiguamente era casi normal" ha apostillado Souto. Hoy se han concentrado las familias, las viudas de los desaparecidos, para pedir que si Canadá paraliza la búsqueda, como así lo ha hecho, el Gobierno español inicie otra. El problema de las mujeres de la mar es que si no aparece un cuerpo, no se da por muerto, y antiguamente "no eran viudas, ni cobraban", aunque afortunadamente eso ha cambiado.