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Víctima abusos policiales

Tamara Muruetagoiena: "A los 18 años me entero que mi padre había muerto por torturas de la Guardia Civil"

O.V. | EITB Media

El Ayuntamiento de Oiartzun ha organizado unas jornadas de homenaje al médico Esteban Muruetagoiena, muerto 3 días después de salir de la comisaria de la Guardia Civil dónde estuvo 10 días sometido a torturas físicas y psicológicas.

  • Tamara Muruetagoiena

    Tamara Muruetagoiena

    19:10 min
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Esteban Muruetagoiena, médico en Oiartzun murió en 1982. Había quedado en libertad apenas tres días antes, tras permanecer 10 días incomunicado tras su detención por parte de la Guardia Civil. 4 años antes, había atendido – como médico- a unas personas armadas que se digirieron a su domicilio para pedir ayuda y que tuvieron a su hija y a su mujer secuestradas durante 17 días en el domicilio familiar.

Tamara Muruetagoiena tenía apenas 8 años el día en el que su padre, Esteban, murió y la causa oficial fue un ataque al corazón. Tamara va a participar en esas jornadas de homenaje en Oiartzun por las que se ha sentido "muy agradecida" por el apoyo institucional y de tantas personas que han hecho posible este primer reconocimiento hacia su padre.

Muruetagoiena ha rememorado en "Boulevard" de Radio Euskadi lo sucedido aquellos años cuando un par de personas armadas saltaron la valle de su casa y tocaron a la puerta pidiendo ayuda tras un altercado con la Guardia Civil. Su madre se vio obligada a meter a aquellas personas en casa mientras esperaba a que su marido llegase a casa. Como el médico no llegaba, llamó a unos amigos, médico y enfermera, para que ayudasen a los recién llegados. Más tarde, Esteban llegó a su casa y entre todos curaron al herido. La mala suerte quiso que nevara tanto que cerraron las carreteras y el comando se quedó en casa del médico durante 17 días. "Al final fue un secuestro porque mi madre y yo no podíamos salir de casa. Fue un episodio muy muy duro para mis padres porque no sabían qué podía pasar" ha relatado Tamara Muruetagoeina.

Pasado un tiempo, su padre fue a juicio por colaborador pero ganó el juicio. 3 años después sus padres fueron detenidos y su padre estuvo 10 días incomunicado en la comisaria de la Guardia Civil y su madre fue puesta en libertad unos días antes. El médico "fue duramente torturado física y psicológicamente" mientras su mujer permanecía detenida en la celda de al lado escuchando como le torturaban. Cuando su padre fue puesto en libertad "no hablaba como una persona normal, no tenía sensación de la realidad y estaba físicamente destrozado". Muruetagoiena murió 3 días después de ser puesto en libertad. El día del funeral se pidió una autopsia que fue realizada por un médico que no era forense ni tenía los medios para realizarla, pero en la autopsia hubo forenses internacionales y un tío del fallecido que también era médico y documentaron "la salvajada que fue aquello". Médicos de Francia, Dinamarca y Austria denunciaron "la barbarie de aquella autopsia" que declaro que el fallecido murió por causas naturales y fue "un escándalo enorme a nivel europeo". Tal conclusión de la autopsia cerró la puerta de la justicia para la familia. El cuerpo tenía el tímpano roto y marcas de descargas eléctricas pero la persona encargada de la autopsia "no hizo bien su labor y desestimo todos los signos de tortura". El tío de su padre intentó buscar justicia pero "se dio con un muro" mientras el resto de la familia "tenía tanto miedo que se quedó en silencio".

Tamara se quedó huérfana de padre a los 8 años y con una madre destrozada psicológicamente. 10 años después de la muerte de su padre, la joven preguntó a su madre qué había pasado y por unos recortes de periódicos se enteró que su padre había muerto por las torturas de la Guardia Civil. En Euskadi y en Navarra hay una ley para que las personas que han sufrido vulneración de derechos humanos sean reconocidas y reparadas. Esta ley ha tenido muchas dificultades a nivel político para su tramitación y puesta en marcha y de las "más de 1000 personas que hemos presentado la solicitud, el 40 % han querido boicotear el proceso. Eran miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado que han querido presentarse como víctimas". "Hay heridas que no están curadas" y reconoce que a nivel del Estado español no existe ningún mecanismo para que un caso como el de su padre tenga ningún reconocimiento institucional, "esa puerta está cerrada". Tamara se considera una superviviente más que una víctima.