Entrevistas
HISTORIOGRAFÍA
Ni casadas ni sepultadas, "un revulsivo contra la historia androcéntrica actual"
EITB Media
La autora de ‘Vírgenes o putas’, la historiadora Amaia Nausía, presenta ‘Ni casadas ni sepultadas. Las viudas: una historia de resistencia femenina'. Un libro, fruto de “años de investigación que ahora ven la luz”, para recuperar la memoria colectiva de las viudas navarras de los siglos XVI y XVII.
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Portada e imágen interior del libro 'Ni casadas ni sepultadas' (Txapalarta.eus)
17:43 min
En 'Ni casadas ni sepultadas', Amaia Nausía Pimoulier (Iruñea, 1982) recupera la memoria colectiva de las viudas navarras en los siglos XVI y XVII. Txalaparta publica, en formato más divulgativo y accesible, la tesis doctoral que la historiadora navarra defendió en 2010, tras una ardua investigación iniciada en 2004.
"Para evitar el peligro y error en que podría incurrir, a mi parecer le convendría o casarse, o morir, conforme al refrán que dice: viuda lozana, casada o sepultada". (Juan de Espinosa | Siglo XVI)
"La viudedad eran las dos caras de una misma moneda", señala Nausía. La pérdida las dejaba desamparadas, sí, pero también les otorgaba autonomía: "Por primera vez en su vida, eran capaces de tomar decisiones por sí mismas". Ahora bien, sin un hombre ejerciendo un control directo sobre ellas, se convertían en figuras "sospechosas".
La investigación de Nausía Pimoulier revela que el sistema resultaba tan asfixiante que se fiscalizaban hasta sus sentimientos. Sirva de ejemplo la historia protagonizada por la mujer de Pascual de Aizurgui: "Fue sospechosa de haber asesinado a su marido porque cuando llegaron los vecinos, la viuda no estaba expresando el dolor suficiente; el dolor que deberían expresar las buenas mujeres". Asimismo, en una sociedad "que entendía que el principal aporte de la mujer era el de traer hijos al mundo, aquellas mujeres en edad no reproductiva eran especialmente mal vistas". No era extraño que se les acusase de brujería u otros delitos.
La investigación de Amaia Nausía revela que, a pesar de la soledad y de la marginación a las que se vieron abocadas, un gran número de viudas resistieron y consiguieron enfrentarse con éxito al eterno dilema "o casada o sepultada", en un ejercicio de insumisión sin precedentes. Su estudio en el presente, tal y como señala Isabel Mellén en el prólogo, "es también un revulsivo contra la historia androcéntrica actual".