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Txema Brotons: “El cachalote ha sido diezmado por la caza ballenera”

Desde 1998, la asociación Tursiops se dedica a rastrear los cachalotes que habitan en el Mediterráneo occidental, concretamente en las Islas Baleares, para ayudar a sacarlos de la zona de peligro y proteger su especie.

  • Imagen: https://www.asociaciontursiops.org

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    18:39 min
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Cuando hablamos de cachalotes (Physeter macrocephalus), el depredador más grande del planeta, nuestra mente enseguida hace la asociación con la novela Moby Dick, escrita por Herman Melville en el siglo XIX. Más allá de la historia, el libro ejemplifica a la perfección como era la caza de las ballenas y la vida marinera de aquella época. La caza comercial de ballenas se prohibió en 1986 por una moratoria de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), pero para entonces, la codicia humana, ya había llevado al borde de la desaparición a muchísimas especies. "La explotación ballenera es el ejemplo perfecto de una gestión insostenible, porque hemos llevado a muchísimas poblaciones al borde del colapso", explica Txema Brotons, doctor en Biología.

Para ayudar a los pocos ejemplares que quedan hoy en día, Txema Brotons fundó en 1998 la asociación Tursiops, de la que actualmente es su director. "Somos un grupo de científicos. No nos consideramos ni ecologistas ni intentamos revindicar nada. Somos ecólogos, en grande y remarcado", explica su director.  Desde su barco, el IRIFI, esta asociación se dedica a rastrear los cachalotes que habitan en el Mediterráneo occidental, concretamente en las Islas Baleares, para identificar cuáles son los principales peligros que amenazan a la especie. La causa más importante de muerte no natural en cachalotes, apunta Brotons, son las colisiones con embarcaciones. Además, el comportamiento social de los cachalotes, subraya el doctor en Biología, pone aún más en peligro a las hembras que a los machos, ya que son estas las que pasan más tiempo socializando en superficie. De esta manera, se registran más muertes de hembras que de machos, lo que pone en peligro a una especie que ya de por sí "es de un ritmo reproductivo muy lento". Además, la contaminación de ruido que producen los barcos aumenta aún más el riesgo de colisión, ya que los cetáceos deben el 100% de sus actividades a sus capacidades acústicas.

Por todo ello, la asociación Tursiops ha solicitado al Ministerio para la Transición Ecológica una modificación del Catálogo Español de Especies Amenazadas para que esté considerado en peligro de extinción y se aumente su protección. "Consideramos que han perdido un porcentaje muy elevado en las últimas tres generaciones. Tanto como para que sea catalogado en peligro de extinción en el Mediterráneo", argumenta Txema Brotons.