Ganbara
Pazo de Meirás
"Era una humillación permanente, pero sobre todo era una irregularidad flagrante"
El historiador Xosé Manoel Núñez Seixas considera que la sentencia que condena a la familia Franco a devolver el Pazo de Meirás es "muy contundente".
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Sentencia histórica en Galicia
10:59 min
Entrevistado en Ganbara de Radio Euskadi y Radio Vitoria, Xosé Manoel Núñez Seixas, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Santiago, que presidió la comisión de expertos sobre el Pazo de Meirás en el Parlamento Gallego que propicio la iniciativa de la Abogacía del Estado, asegura que “es una sentencia muy contundente. Es una sentencia que asume prácticamente todos y cada uno de los argumentos esgrimidos por la Abogacía del Estado, los letrados de la Xunta de Galicia y otras instituciones, contra la familia Franco, asumiendo las conclusiones de la comisión de expertos”.
Núñez Seixas ha subrayado que “el estado pagó todos los gastos de mantenimiento del Pazo de Meirás" y ha recordado "que fue en la práctica la sede de verano del régimen. En ocasiones también lo fue el Palacio de Aiete (Donostia), pero sobre todo fue Meirás”. Por ello considera que “era una humillación permanente, pero sobre todo era una irregularidad flagrante porque el origen del proceso de adquisición estaba viciado”.
Sentencia histórica en Galicia
La jueza de A Coruña ha determinado que el Pazo de Meirás debe ser propiedad del Estado, y condena a la familia Franco a su devolución. Los documentos demuestran que la Junta Pro Pazo regaló el inmueble en 1938 al jefe del Estado, no a Francisco Franco a título personal.
Concluye que la posterior compraventa realizada el 24 de mayo de 1941, con la que el dictador logró inscribir la finca a su nombre en el Registro de la Propiedad, fue una simulación, “lo que determina la nulidad de la misma”.
La Xunta de Galicia ve una "buena noticia" para la comunidad y "el Estado de Derecho" la devolución del Pazo de Meirás. La familia de los Franco anuncia que recurrirá la sentencia. Su abogado recuerda que el Ayuntamiento de La Coruña cobró quinientas mil pesetas a Carmen Polo por la extinción del incendio de 1978.
