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La mecánica del caracol

Historia

Geografía humana de la represión franquista y mujeres de Emerita Augusta

Gutmaro Gómez Bravo parte de la orden de 'información retrospectiva' para explicar la red de sospechas y delaciones que asentaron el franquismo. Arqueología: mujeres de la antigua Mérida y Pompeya.

  • Geografía humana de la represión fransuista, de Gutmaro Gómez Bravo

    52:49 min
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A través de la documentación consultada en cerca de veinte archivos nacionales e internacionales, el historiador Gutmaro Gómez Bravo reconstruye en el libro Geografía humana de la represión franquista la planificación del sistema represivo puesto en marcha en 1937 el mando militar sublevado contra la República. El autor explica su prolongación más allá de los límites de la guerra civil y se adentra, por último, en su impacto, en personas que habitaron un tiempo plagado de miedo e incertidumbre. Hombres y mujeres corrientes, gente común, del campo o la ciudad, que no tuvieron responsabilidad política o militar alguna soportaron el grueso de la represión durante años.

La arqueóloga María José Noain, responsable de actividades del museo romano Oiasso de Irun presenta la exposición "Mulieres, mujeres de Emerita Augusta" que, hasta el 30 de septiembre de 2018, muestra diferentes facetas del universo femenino, las etapas de la vida y la familia, la maternidad, la muerte, la mujer y su formación cultural, el adorno personal como símbolo de status y la mujer en la vida pública y el poder. Un discurso apoyado en piezas singulares y únicas, documentos procedentes del yacimiento arqueológico emeritense que nos acercan a estas mujeres romanas de Augusta Emerita. Objetos de su vida cotidiana, representaciones de ellas mismas y sus familias, imágenes de mujeres anónimas pero también poderosas que hicieron la historia de la capital de Lusitania entre los siglos I a. C.- IV d.C.

Mª José Noain repasa, asimismo, los últimos hallazgos que han sido estudiados en Pompeya, donde han aparecido restos humanos por primera vez en 20 años. Se trata de los esqueletos de un niño que se refugió en las termas para huir de la erupción del Vesubio y el de un hombre aplastado por un gigantesco bloque de piedra. Además se ha encontrado la huella de un caballo enjaezado, cubierto por las cenizas del volcán. Otro singular hallazgo que indica que en Pompeya todavía queda mucho por descubrir.