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Opinión

La columna de José Félix Azurmendi (12/03/2016)

José Félix Azurmendi

Semana de duros intercambios de declaraciones entre el PNV y EH Bildu. ¿Estamos ya en tiempo preelectoral?

Tx. Ha sido la que acaba una semana de duros intercambios de declaraciones entre el PNV y EH Bildu

Esta semana han coincidido y convivido el acuerdo más importante de la legislatura entre el PNV y la izquierda abertzale con la Ley Municipal de protagonista y el enfrentamiento más agrio entre ellos con el relato del pasado y la condición de hombre de paz y de guerra del recién excarcelado Arnaldo Otegi como justificación. El homenaje del lehendakari Urkullu a Luis Abaitua, directivo de la multinacional Michelin secuestrado por ETA político militar a finales de los setenta, ha sido interpretado por la izquierda abertzale como un ataque sucio a Otegi y ha desencadenado una catarata de reacciones en la que se han involucrado cualificados dirigentes del PNV y EH Bildu.

Lo que pudo haberse quedado en la oportunidad o no de un reconocimiento institucional a una empresa y a una clase empresarial por haber soportado el acoso de ETA devino luego en un debate público y desencajado sobre la violencia y el terrorismo, sobre víctimas y reconocimientos exigibles a unos y otros, sobre exigencias de autocríticas y perdones, de la manera más desaconsejada para un debate de esta gravedad. El del relato es un asunto que no se debe tratar en titulares, con declaraciones rotundas y sin matices, y fuera de contexto.

Tx. ¿Y cómo y cuándo se deberían tratar estas cuestiones?

Hay sin duda un debate y una rendición de cuentas pendientes en lo que se conoció como el Movimiento Vasco de Liberación Nacional sobre la legitimidad de la lucha armada en determinadas circunstancias o en ningún caso, hay otro debate sobre lo que se puede entender como guerra sucia injustificable dentro de la estrategia de lucha armada que se pretende revolucionaria, hay una reflexión pendiente sobre las diferencias entre lucha armada y terrorismo o cuando la lucha armada se convierte en terrorista. Las respuestas a estas cuestiones, si las hicieran públicas con sinceridad, más de uno terminaría ante los tribunales y seguramente en la cárcel. También esto es verdad, y no es esperable que se vaya en este terreno, hoy por hoy, mucho más lejos de lo que encierran las palabras de Arnaldo Otegi cuando dice que “debimos renunciar antes a la violencia”, que es como sugerir que la lucha armada pudo haber tenido sentido durante un tiempo y que éste se alargó injustificada e irresponsablemente.

Tx. ¿Estamos ya en tiempo preelectoral?

Todo huele a tiempo preelectoral en la Comunidad Autónoma Vasca, que no suele ser el más aconsejado para las reflexiones maduras y responsables. El Lehendakari ha dicho que en principio se hará la consulta cuando toca, a la vuelta del verano, pero que lo que suceda con la conformación de Gobierno en el Estado español puede aconsejar el adelanto. Es la incógnita mayor en el panorama lo que vaya a suceder con Podemos, una formación que está pasando por las dificultades esperables por la manera como surgió y se conformó y las urgencias para su implantación. El éxito cosechado en Euskadi en las elecciones generales genera la duda de si recibió tan amplio apoyo solo porque era la mejor manera de desplazar del Gobierno al Partido Popular o cuenta con otros argumentos para la sociedad vasca. Si así fuera, y son muchos los que lo piensan, el panorama institucional se enfrentaría a una situación inédita.

No se lo van a poner fácil entre tanto a Podemos, hay demasiados y encontrados intereses que coinciden en ese propósito.