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Opinión

La columna de José Félix Azurmendi (09/04/2016)

José Félix Azurmendi

Balance de mil días del lehendakari Urkullu. ¿Habrá que pensar en unas elecciones dobles y conjuntas? ¿Hay algo más que elecciones en el panorama político y social?

Tx. ¿Qué te sugiere el balance de mil días del lehendakari Urkullu?

JFA. Es imposible desligar de las más que previsibles elecciones generales en España el reciente acto de los mil días, y pico, del lehendakari Urkullu, rodeado de los doscientos y pico altos cargos de confianza que le han acompañado en su tarea de gobierno. Más que rendición de cuentas me ha parecido una despedida y el recordatorio de que muchos de ellos están en vísperas de una etapa nueva en sus vidas. Nadie pone en duda que el PNV vaya a ser la fuerza más votada en la próxima consulta de la Comunidad Autónoma Vasca, pero nadie duda tampoco de que no gobernará en el próximo escenario con la misma comodidad que en el presente. El acto, sin dar opción a preguntas de la prensa, no era el día, quiso ser y fue cálido. Me quedé con ganas de conocer quién recogió su chaqueta cuando decidió remangarse al mejor estilo Obama: la cámara no abrió foco y no se pudo ver si se trataba de un ayuda de cámara, una azafata o un espontáneo. En la sala de la reunión hace calor cuando se cuela el sol por sus claraboyas acristaladas, pero no parece que fuera eso lo que explique el gesto: Iñigo Urkullu Renteria no es amigo de improvisaciones, y tal vez sea ese por cierto uno de sus argumentos electorales de más arrastre.

Tx. ¿Habrá que pensar en unas elecciones dobles y conjuntas?

JFA. Nos invitaba ayer en Radio Euskadi el director de Deia a reflexionar sobre la personalidad del lehendakari a la hora de valorar sus declaraciones sobre la posibilidad de que las elecciones que le corresponde convocar fueran cuando toca si se agota el plazo o el 26 de junio, coincidiendo con las españolas, si finalmente no hay acuerdo de Gobierno y hay que repetirlas. Parecía haber dicho en el acto de los mil días que quedaba mucho por hacer y había que aprovechar todo el tiempo de la legislatura; parecía haber dicho al día siguiente que, según fueran las cosas en España, no habría que descartar hacer coincidir generales y autonómicas. Nos sugirió el director de Deia que seguramente sus asesores le habrían recomendado a Urkullu que se limitara al discurso oficial del primer día, pero que conociendo su personalidad bien podría haber optado éste por decir todo lo que piensa al respecto, sin ocultar nada. Los amigos subrayan en efecto su rectitud, y prudencia, como rasgos acusados de su personalidad. Los menos amigos, que suelen también estar cerca en política, cuando no en el mismo partido, dicen que es muy dado a la duda. Seguramente no es contradictorio.

Tx. ¿Hay algo más que elecciones en el panorama político y social?

JFA. Ha habido esta semana importantes referencias al pasado e interesantes contribuciones a su relato. El periodista, guionista, director y productor de cine Angel Amigo ha aportado en Gara testimonios directos de cuatro días de abril de hace cuarenta años que habrían sellado la suerte de muchas muertes y condicionado las vidas de muchas más durante años. Angel Amigo, testigo directo cuando no copartícipe de los hechos reseñados, ha aportado valiosos datos sobre la Fuga de Segovia, las circunstancias que llevaron a los polimilis a tomar la decisión de acabar con la vida de Angel Berazadi y de dos jóvenes policías del equipo de Ballesteros que fueron detectados en Hendaia. Ha explicado por qué el FLN argelino acordó con la ETA presidida por Pertur el entrenamiento de más de cien militantes en la Academia de Policía de Argel. Ha rememorado los sucesos de Vitoria y Montejurra, y las vinculaciones de la Policía y sectores del régimen con bandas fascistas españolas y neofascistas internacionales. Ha vuelto a recordar -sobre esto ya había incidido antes aunque casi nadie le quiso escuchar- que fueron neofascistas italianos al servicio del comisario Ballesteros los que secuestraron a Pertur, cuando todavía no habían aparecido los cadáveres de los dos policías capturados en Hendaia, con vistas a un intercambio. Ha concluido su reportaje-testimonio diciendo que todo esto, “aunque no esté de moda, hay que hablarlo”.  Y no le falta razón.