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historia y patrimonio

PATRIMONIO

La iglesia de Zuazo de Kuartango conserva casi intacta su estructura románica

En su interior hay una talla gótica de un Cristo crucificado que apareció bajo la escalera del coro tras la rehabilitación del templo en 1991

  • IGLESIA. SAN PEDRO. ZUAZO DE KUARTANGO.

    Este templo está bajo la advocación de San Pedro.

    13:55 min
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La iglesia de San Pedro del concejo de Zuazo de Kuartango domina el punto más alto del pueblo original. El templo del siglo XIII y conserva a la perfección su estructura románica: una sola nave, con cabecera recta y canecillos cóncavos y convexos sin decoración a lo largo de la cornisa, a excepción de uno ornamentado con una bola enmarcada en un anillo.

La iglesia tiene dos ventanales; uno, en el ábside y otro, a los pies. El ventanal de la cabecera carece de decoración, salvo por unas medias esferas situadas en lo alto de cada apeo, por debajo de la imposta. Sin embargo, el ventanal del oeste ofrece más decoración, incluyendo motivos geométricos, vegetales y rostros humanos. Todo ello recorrido por el omnipresente cordelaje que caracteriza el románico de este valle.

En el interior del templo se conserva la estructura medieval, compuesta por una cabecera recta y bóveda de cañón apuntado. Lo más destacable del interior, a falta del retablo gótico, expoliado durante el siglo XVIII o XIX, y hoy en día en una colección privada, es una talla del mismo período realizada hacia finales del siglo XIV que representa un crucificado. Fue hallado bajo la escalera del coro durante una remodelación en 1991, siguiendo la tradición de enterrar las figuras religiosas que se sustituían por otras más modernas. Este Cristo muerto se data entre los siglos XIV y XV. Todavía se conservan restos del dorado de la talla y existen restos de orlas rojas y azules en los bordes del paño de pureza. Tiene gran naturalismo.

El antiguo retablo gótico estaba pintado sobre tabla y tenía cinco paneles que representaban escenas de la vida de San Pedro, titular del templo. Los donantes de la obra fueron Gómez de Zuazo y su mujer María, que dotaron a esta pequeña parroquia de una de las obras más sobresalientes que se conservan del período.

Otro de los tesoros que alberga esta iglesia es la pila bautismal del siglo XIII, cuya copa muestra bellas incisiones geométricas de cesteados y triángulos. La sacristía es una antigua capilla que data del siglo XVI avanzado y que fue realizada por tres hermanos: Pedro, María y Martín Abad, como rebela la clave central en caracteres góticos.  La espadaña es exenta y data del siglo XVI.