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Lur Bizia

MI HUERTA

La delicada operación del trasplante de las plántulas o plantones

En esta labor agrícola puede producirse una pérdida de la raíz o una fuerte transpiración o sufrimiento de shock lumínico, por lo que el ciclo vegetativo de la planta puede resultar alterado

  • La noche anterior riega el sustrato del contenedor en el que vas a trasplantar. ELI BILBAO

    La noche anterior riega el sustrato del contenedor en el que vas a trasplantar. ELI BILBAO

    14:37 min
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La primavera, entre abril y mayo- es la estación en la que trasplantamos las plántulas de nuestros semilleros a nuestras macetas o mini-huertos de balcón. En este proceso se produce una pausa vegetativa. La plántula en ocasiones tiene perdida de raíz, fuerte transpiración o sufre de shock lumínico. Este período es el más delicado porque es muy sencillo cometer errores que afecten posteriormente a todo el ciclo vegetativo de la planta.

Consejos de trasplante:

El trasplante se realizará cuando las plántulas tengan  cuatro o cinco hojas verdaderas o hayan alcanzado, según el tipo planta -calabaza, calabacín, cebollas,...- entre 10 o 15 cm. de altura.
Es fundamental que unos días antes al trasplante dejemos de regar o que aportemos poca agua a los semilleros, de este modo la tierra pesará menos y las raíces se compactarán, y dasi las extraemos más fácilmente.
El trasplante no debe realizarse durante las horas de más calor o con la mayor insolación, para evitar en la medida de lo posible la pérdida de agua que no podría compensarse ni regando después del trasplante. Las raíces de las plántulas trasplantadas, que todavía no se han afianzado en la tierra, son incapaces de absorber el agua de inmediato. A este proceso se le suma a una fuerte transpiración y la plántula sufrirá una deshidratación. La mejores condiciones de trasplante se dan al atardecer, a ser posible en días con cielo cubierto o con poca insolación.
No voltear el semillero para sacar la plántula con el cepellón. Esto provoca que se desmorone todo o rompamos la plántula. Una solución es comprimir con las manos o dedos el semillero por todos sus lados de modo que la tierra quede suficientemente apretada y la plántula pueda ser desmoldada.
No limpiar la tierra que queda pegada a las raíces de las plántulas cuando se trasplanta a raíz desnuda. Las raíces al tener adherida esta tierrilla, continúan absorbiendo agua y sales minerales. Eliminar esta tierra, además produce la rotura de estas raíces tan importantes.
Tener en cuenta que la edad de trasplante no sea inferior a 15 días, esto es muy importante porque la edad del trasplante está muy relacionada con la capacidad de reanudar la actividad vegetativa en poco tiempo. Si trasplantamos antes de lo debido, la planta no tiene vigor suficiente para reaccionar.
No enterrar las plantas demasiado, debemos mantener la misma profundidad a la que estaban en semillero. Salvo los plantones de lechugas o de escarolas que los enterraremos hasta la base de las primeras hojas y las plantas de tomate que al trasplantarlas enterraremos su tallo varios centímetros para conseguir que éste emita nuevas raíces en toda su longitud bajo tierra.
Proteger las plantas trasplantadas, es preciso para reducir la insolación durante los primeros días tras el trasplante, una buena solución es utilizar mallas de sombreo que permitan una progresiva adaptación de las mismas.
Regar inmediatamente después del trasplante y los días siguientes. No se precisan grandes cantidades de agua, pero la tierra debe estar constantemente húmeda. El riego favorece el asentamiento de las raíces en el terreno, compensa la pérdida de agua agilizando la reanudación de la actividad vegetativa.