Ari vuelve a casa lesionada y Sarai estrena purgatorio

La guipucoana Ari sigue los pasos de sus compañeros coatíes Fredi y Jorge, que también acabaron su participación en el programa de forma prematura por culpa de sendas lesiones. El duelo demostró que las mujeres que siguen en el programa están dispuestas a todo por llegar a la final. Ninguna se soltó de la piel de vaca que arrastraban los gauchos con sus caballos; pero, la más lenta fue Sarai. Estaba por llegar la mayor sorpresa de esta décima edición del concurso: el Purgatorio. Y es que, tal y como avanzamos en el mes de enero, la décima viene con todo.

Sarai puso sus pies en uno de los Purgatorios más duros de la historia del Conquistador del Fin del Mundo. En la montañita donde tiene que pasar los próximos días no hay nada salvo muchísimo viento helado y cuatro piedras con las que construir una mínima protección. ¿Será capaz la jovencita de Usurbil de aguantar sin comida y no implorar clemencia en los próximos días?

Rebeka, en todas las salsas

Está por ver, también, cómo reciben en el campamento a las duelistas que no han sido eliminadas, sobre todo a Rebeka. La bilbaína ha sido la gran protagonista del último capítulo, ya que ha estado en todas las salsas. Con los chicos para intentar convencerlos de que hay que unir fuerzas por parte de los Yaguaretés; con Eneko porque quiere seguir siendo la protegida del getxotarra; con las chicas azules porque les ha preguntado abiertamente a quién iban a nominar; con San porque se ha convertido en su principal apoyo de esta aventura, si exceptuamos a Eneko; y con Amaia porque son dos almas paralelas, aunque antagónicas en la competición. A las dos les va la marcha y las dos siguen en la pelea sin ganas de rendirse.

Con el lío de las nominaciones y los pactos de las últimas horas parece que las condiciones del nuevo campamento unificado han pasado a desapercibidas. Lo cierto es que se trata de un lugar muy bonito pero también muy duro. El viento pega muy fuerte, el agua del lago está bastante sucia, el kit de alimentos es muy escaso; y, por si fuera poco, el programa ha decidido que los juegos y los duelos de esta fase sean los más duros de las nueve ediciones anteriores.

El primer Juego de Inmunidad vino a demostrar que algunos participantes jugarán sus bazas con mucha zorrería para no ser los últimos clasificados y para ganar la inmunidad y el premio adicional. Algunos de los que encontraron mochilas que no les pertenecían las volvieron a esconder bajo la nieve, entre ellos el propio Eneko. Ander y Maraka fueron los primeros en dar con su ropa bajo el hielo y se jugaron la victoria en un mano a mano. El rasta de Santurtzi fue el más fuerte en la subida y ganó la primera ikurriña de la fase decisiva.