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El mundo según LND

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Curiosidades

'Urtain', el gran mito vasco del boxeo

EiTB

El programa 'El Mundo Según LND' de ETB2 se ha subido al ring para hablar de los boxeadores más importantes de la historia. En esa lista, no podía falta el 'Tigre de Cestona'.

9:11

Si hablamos de boxeo con lábel euskaldun, hablamos, sobre todo, de José Manuel Ibar Urtain. El programa 'El Mundo Según LND' de ETB2 ha recordado su fulgurante carrera, y su descenso a los infiernos.

La trayectoria del púgil guipuzcoano duró sólo 9 años, pero le dio tiempo a ser campeón de España y campeón de Europa de los pesos pesados. Libró 68 combates en toda su carrera, con un balance de sólo 11 derrotas, 4 combates nulos y nada menos que 53 victorias, 41 por KO, incluyendo una racha de veintisiete KOs consecutivos.

Esas espectaculares cifras estuvieron manchadas por las sospechas de tongo. Fue un boxeador con escasa técnica, pero con una gran fuerza y carisma, que suplía sus carencias.

José Manuel Ibar Azpiazu nació en el pueblo guipuzcoano de Aizarnazabal, aunque se crió en Zestoa. Urtain era el nombre del caserío en el que se crió junto a sus 9 hermanos.

Desde muy joven, destacó por su asombrosa fuerza, y aprovechaba sus músculos para el levantamiento de piedra. Todavía era un chaval cuando logró el asombroso récord de levantar 192 veces la piedra de 100 kilos.

Con sólo diecinueve 19 años, Urtain se casó con su novia de la adolescencia: Cecilia Urbieta, vecina del caserío de al lado, y con la que tuvo tres 3 hijos.

Pero la pareja no convivió mucho tiempo, porque enseguida se fue a Ceuta, a hacer el servicio militar. A su regreso, le ofrecieron cambiar el levantamiento de piedra por el boxeo. Tenía ya 25 años y no había boxeado en su vida, pero le pareció una forma tan fácil de ganar dinero que “aceptó. Muy pronto estaba viviendo en Madrid, lejos de su mujer y sus hijos, y triunfando en el ring gracias a su fuerza bruta.

El dinero llegaba a raudales, y las mujeres le adoraban. Mientras su esposa se quedaba en Gipuzkoa, él compartía piso en Madrid con el púgil Pedro Carrasco. Juntos celebraban auténticas bacanales, con las mujeres que llamaban a la puerta para acostarse con ellos.

Él mismo reconocía que en sus años de boxeador se preocupaba más por las mujeres y el alcohol, que por el boxeo. Inevitablemente, fue perdiendo forma física, y cuando llegaron los combates verdaderamente difíciles, contra boxeadores de primer nivel, empezaron también a llegar las derrotas. A sus problemas con el alcoholismo se sumó su imparable declive físico y la ruina económica.

Colgó los guantes con sólo 34 años, pero seguía bebiendo y viviendo a todo trapo, gastándose miles de pesetas en juergas y fiestas, en las que siempre pagaba él. Acuciado por las deudas, entró en el mundo de la lucha libre, lo que llegó a avergonzar al mundo del boxeo. Pero se puso los calzones de luchador, únicamente por la pasta.

Urtain tuvo el buen criterio de dejar la lucha enseguida. Pero ni siquiera su segunda esposa, María Luisa García, ni los dos 2 hijos que tuvo con ella, lograron que dejara el alcohol. Y así, hundido al fondo de la botella, José Manuel Ibar acabó por quitarse la vida, lanzándose al vacío desde el balcón de su casa, en el 7º piso de un edificio de Madrid. Tenía sólo 49 años.

Han pasado casi 23 años de su muerte, pero la leyenda de Urtain sigue viva, como demuestra el enorme éxito de crítica que logró, hace sólo unos años, la obra teatral Urtain, inspirada en su vida, y con famosos actores como Alberto San Juan, Raúl Arévalo y Roberto Álamo, en la piel del 'Tigre de Cestona'.