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Arte

Reunión

El Guggenheim y ATEA acuerdan un texto contra el maltrato a animales

Agencias | Redacción

El museo y la Asociación para un Trato Ético con los Animales han acordado refrendar, más allá de las discrepancias, su compromiso de evitar el sufrimiento de animales en las exposiciones del centro.

Euskaraz irakurri: Guggenheimek eta ATEAk animalien aurkako tratu txarra arbuiatzeko idatzia adostu dute

El Museo Guggenheim Bilbao y la Asociación para un Trato Ético con los Animales han suscrito un comunicado conjunto en rechazo del maltrato animal y para manifestar su "compromiso ético de evitar dicho sufrimiento en las exposiciones", al tiempo que los animalistas destacan el esfuerzo del centro por garantizar el bienestar de los animales que se han expuesto.

Según han explicado en el comunicado, ambas entidades se reunieron "recientemente" en respuesta a la petición cursada por ATEA en una cita en las oficinas del Museo durante más de dos horas, "y en ella ambas partes intercambiaron argumentos y debatieron sobre sus respectivos puntos de vista en torno a los límites debidos en el uso de los animales en la sociedad en general y en el arte en particular".

En concreto, "las intervenciones giraron de manera concreta en torno a las dos obras de la exposición Arte y China después de 1989: El teatro del mundo que recientemente han suscitado polémica por mostrar seres vivos", indica el comunicado.

ATEA solicitó formalmente al museo la retirada de dos de las obras exhibidas, debido al maltrato que, a su juicio, implicaba el manejo de animales en tales circunstancias, así como la adopción de un Protocolo de Buenas Prácticas que incluya la no presencia de animales vivos en las obras expuestas en el centro.

"Al hilo de esta petición, el equipo del Museo expresó su respeto por la opinión de ATEA", aunque aclaró que no la compartía, "puesto que se han extremado las medidas para evitar cualquier tipo de sufrimiento de los seres vivos".

Así, el Guggenheim explicó las medidas concretas adoptadas, con el asesoramiento de expertos biólogos y veterinarios, quienes, además, se encargan a diario de la supervisión, cuidado y alimentación de los insectos y reptiles fuera del horario de apertura al público.

El comunicado conjunto entre los animalistas y el Gugenheim indica que, "aunque ATEA no avala ninguna de las obras objeto de polémica, reconoce que los animales no se devoran entre sí, y que el museo se ha esforzado en ofrecer a los animales el máximo bienestar, dadas las circunstancias".

"Pero son precisamente esas 'circunstancias' el punto de desencuentro: que se recurra a animales (vivos en este caso) como elemento de la expresión artística", advierten.

"Tras un interesante intercambio de opiniones y posterior visita a la exposición, ambas partes acordaron emitir un comunicado conjunto", con los puntos en que coinciden y así, manifiestan "el rechazo al maltrato animal", "el compromiso ético de evitar dicho sufrimiento en las exposiciones del museo" y "el reconocimiento de que la expresión artística como actividad social debe tender siempre a evitar cualquier tipo de daño a los seres vivos".

Asimismo añadieron que "el arte tiene necesariamente ciertas 'líneas rojas', que desde luego incluyen en según qué casos a los animales" y que "los hechos que han propiciado el intercambio de pareceres y sensibilidades deben suponer de facto la apertura de una nueva vía para seguir trabajando en el ámbito de la protección animal por ambas partes".