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Durangoko Azoka

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Durangoko Azoka

Valoración de la 57ª edición

La felicidad de volver

N. V. | EITB Media

Creadores y creadoras y representantes de editoriales se muestran contentos por haber conseguido, en general, haber llegado a las cifras de ventas anteriores a la pandemia.

  • Trasiegon en los pasillos de Landako

    Trasiegon en los pasillos de Landako

Euskaraz irakurri: Itzuleraren poza

En el último día de esta 57ª edición de Durangoko Azoka, se veían sonrisas tras los mostradores, en las caras de miembros de grupos de música, escritores y escritoras y representantes de las editoriales y casas discográficas; sonreían porque, después de dos ediciones mediatizadas por la pandemia, la Feria de Durango "ha recuperado la normalidad" este año, tanto en la relación entre compradores y vendedores como en el volumen de ventas.

Una vez recuperada la normalidad en el modelo de la Azoka, tanto Idoia Gonzalez, responsable de Comunicación de Erein, como Olatz Osa, miembro de Elkar, subrayan que la gente "ha venido a comprar". El público ha vuelto "con ganas", según Gonzalez, y se ha visto que no solo han comprado novedades, sino también títulos del fondo de catálogo.

También se muestran satisfechos en la editorial Susa, según nos explica su editora Leire Lopez Ziluaga: "La cantidad de gente y de ventas del jueves fue increíble, pero luego se ha mantenido. Te diría que superaremos los números de 2019", precisa.  

Los títulos de narrativa publicados este invierno son los que más se han vendido en Susa, pero cada libro, también los de poesía y teatro, se ha vendido muy bien cada uno en su medida.

Incide en la satisfacción la percepción recogida en los mostradores de la editorial Igela a través de su director, Lander Majuelo: "Ha habido muy buen ambiente, y diría que el jueves batimos algún récord. Después de la pandemia, se detecta una especie de ansiedad ante la actividad cultural: entradas de conciertos… Y diría que esa tendencia también se ha dejado notar en la Azoka".

Pello Elzaburu, miembro de la editorial Pamiela, acompaña la satisfacción con esperanza, al destacar los resultados de obras de literatura infantil y juvenil: "Ha funcionado como una locomotora, y esos serán los lectores y las lectoras de mañana", dice.

Entre los títulos más vendidos han estado: "Munduari bira eman zion ontzia" de Joseba Sarrionandia y "Azken Etxea" de Arantxa Urretabizkaia (Pamiela); "Puskak" de Irene Pujades, "Antzinako berri-berriak" de Kae Tempest y "Kale gorriko umeak" de Pier Paolo Pasolini (Igela); "El maizal" y "Bretxa" de Toti Martinez de Lezea y "7 G udalekuak" de Nerea Loiola (Erein); "Gari eta goroldiozko" de Anari Alberdir y "Bar Gloria" de Nerea Ibarzabal (Susa); y "Ni ez naiz Mikel Laboa" de Harkaitz Cano, Unai Iturriaga y Joseba Larratxerena, y "Berriz zentauro" de Katixa Agirre (Elkar).

Música

En el ámbito musical, también cundía mayoritariamente la satisfacción. Xan Bidegain, bajista de Willis Drummond, nos decía que "es un milagro vender CDs en 2022, y aquí ocurre". Refrenda esta afirmación la música Esti Markez: "El año pasado fue muy duro, y este año ha sido mejor. Sobre todo hemos vendido CDs".

Este año, la organización de la Durangoko Azoka ha permitido a los grupos de música vender merchandising para aplacar en parte las pérdidas vinculadas al descenso de la venta de música en soporte físico. Los grupos y solistas pueden vender algún elemento junto a sus nuevos trabajos discográficos, y la mayoría han optado por camisetas y bolsas de tela.

Xan Bidegain y Jurgi Ekiza, de Willis Drummond

Xan Bidegain y Jurgi Ekiza, de Willis Drummond

Lo más vendido por el grupo Zetak, por ejemplo, han sido las bolsas de tela o tote bags: "Trajimos tres modelos, y solo nos quedan algunas de uno de los modelos", nos comentan en su puesto.

Jurgi Ekiza, de Willis Drummond, afirma que se trata de una medida que sirve de ayuda, pero que no se puede postergar la reflexión sobre el formato de la música grabada, porque "vender ropa no es cultura".

La organización, "con buenas sensaciones"

La organización de la Feria de Durango esperará hasta bien entrada la tarde para hacer su valoración oficial, pero el coordinador de Gerediaga Elkartea, Beñat Gaztelurrutia, afirma haber visto a visitantes y vendedores "muy contentos": "Ha sido una Azoka libre y tranquila, adecuada para visitar con satisfacción, y ha cumplido su función".