Internacional
Tras el desastre
El Gobierno de Haití contabiliza 200.000 muertos por el terremoto
Redacción
El primer ministro haitiano ha planteado al Senado la necesidad de cambiar la estructura del Gobierno para poder afrontar la crisis. El problema del alojamiento sigue siendo el más acuciante.
El primer ministro de Haití, Jean Max Bellerive, ha dicho hoy que se han contabilizado ya más de 200.000 muertos por el terremoto que asoló Puerto Príncipe y ha precisado que esta cifra no incluye los cadáveres que han quedado bajo los escombros ni las víctimas enterradas por sus propias familias.
Bellerive dio estos datos durante una comparecencia en el Senado, en la que ha planteado a la Cámara la necesidad de cambiar la estructura del Gobierno para poder afrontar la crisis derivada del seísmo.
"El Gobierno, tal como está constituido ahora, no puede aportar resultados frente a esta situación", ha dicho el primer ministro, quien ha ofrecido como alternativas formar un Ejecutivo de crisis, con una redefinición de la misión de los ministros, o dejar el gabinete como está y crear, además, un Comité Nacional de Crisis.
Medidas urgentes
En un balance global de la gestión del Gobierno, ha explicado que tras el terremoto fue necesario tomar medidas urgentes para conseguir el restablecimiento de las comunicaciones, la retirada de los cadáveres de las calles y la reordenación del tránsito en la devastada capital.
Bellerive ha mencionado también la urgencia en lograr de nuevo la disponibilidad de carburante y la gestión de la atención a los heridos en los hospitales, así como relanzar las actividades comerciales y organizar la coordinación de la ayuda internacional.
Bellerive se ha referido a los problemas de infraestructura que hubo en el aeropuerto de la capital, lo que impidió en los primeros momentos la llegada de aviones, y ha dicho que en la distribución de la ayuda hay "una frustración de la población y también una frustración del Gobierno".
Alojamiento
Tres semanas después del devastador terremoto que dejó a 1,1 millones de personas sin hogar, el problema del alojamiento sigue siendo el más acuciante tanto para el Gobierno como para las agencias humanitarias que están trabajando en el país caribeño, ante el temor de que llegue la estación de lluvias sin que los damnificados tengan un lugar en el que cobijarse.