Crisis Económica -
Financiación
El Gobierno Vasco reserva 3 millones para 'no dejar caer' a pymes
Por otro lado, destinará otros 5,5 millones de euros para la internacionalización de empresas vascas.
agencias | redacción
El Gobierno Vasco pondrá en marcha este año un programa, dotado con 3 millones de euros, para "no dejar caer" a pymes viables que tras ocho años de crisis económica están "al límite" de su financiación.
El Consejo de Gobierno ha aprobado el programa "Bideratu berria" y en la rueda de prensa posterior la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, ha explicado que el objetivo del mismo es tratar hacer rentables empresas cuya "competitividad está asegurada" pero que se encuentran en una situación "muy complicada".
Las ayudas se darán en forma de anticipos reintegrables y por un importe que podrá alcanzar el 50% del coste total de las medidas de reestructuración que requiera la empresa, hasta un máximo de 1 millón de euros.
Tapia ha indicado que hay pymes vascas que necesitan "urgentemente" una ayuda para hacer viable su proyecto, puesto que cuentan con "un producto que se puede vender pero por problemas de financiación y necesidades de reestructuración, se encuentran en una situación realmente complicada".
A preguntas de los periodistas, ha afirmado que el Gobierno Vasco tiene actualmente sobre la mesa dos o tres pymes que estarían en esta situación.
"Son empresas que han hecho todo lo que tenían que hacer y que están prácticamente en la salida de la crisis pero necesitan un pequeño empujón", ha señalado.
Internacionalización
Por otro lado, el Gobierno Vasco ha aprobado la convocatoria del Programa Lehian de Internacionalización, dotado con 5.520.000 euros, que persigue ayudar a las empresas vascas a salir a otros mercados.
Para poder acceder a estas ayudas, las empresas deberán tener un plan de internacionalización vigente, cuyo coste podrá ser sufragado hasta en 50%.
En la convocatoria de 2014, de las 611 empresas vascas que solicitaron estas ayudas, las consiguieron 358 y de ellas, la mayoría (269) eran firmas que ya tenían implantación en el exterior pero que aspiraban a consolidar o incrementar su cartera de clientes, así como a diversificar sus mercados de destino.