Economía -
Análisis
No es Mayo del 68 (todavía)
Mayo del 68 fue otra cosa, pero bien es cierto que el grado de movilización social empieza a acercarse al de aquellos días.
Jesús Torquemada
Cada vez que en Francia hay una protesta de los trabajadores a la que se unen los estudiantes, inmediatamente surgen comparaciones con el mítico Mayo del 68.
Mayo del 68 fue otra cosa; allí se hablaba de derribar al Gobierno, cambiar el mundo y crear una nueva sociedad. Ahora, al menos de momento, sólo se está hablando de la reforma de las pensiones.
Pero sí es cierto que el nivel de movilización social empieza a acercarse al registrado en aquellos días. Numerosos sectores estratégicos están en huelga, cada vez cierran más colegios y los estudiantes han empezado a pelear con los policías.
La tensión podría aumentar si se unieran a la bronca los barrios donde viven los inmigrantes, en los cuales se han producido disturbios graves en los últimos años; pero da la impresión de que los africanos y los magrebíes están viendo los toros desde la barrera y que piensan que esto no va con ellos, que es cosa de los blancos.
El Gobierno ha dicho que no va a ceder, Sarkozy ha basado toda su imagen en ir de duro. Los sindicatos, conscientes de que han alcanzado un gran protagonismo, tampoco.
Aunque parezca sorprendente, Francia es en realidad un país en el que el porcentaje de afiliación de trabajadores a los sindicatos es uno de los más bajos de Europa, pero, sin embargo, los sindicatos galos son muy activos y consiguen movilizar a la gente. El choque de trenes tiene ya fecha: mañana, que es cuando el Senado francés aprobará definitivamente la reforma de las pensiones.