Comienza el análisis del proyecto de la variante de Rekalde

La Diputación Foral de Bizkaia ha iniciado los análisis previos para "preparar bien" el proyecto constructivo de la variante de Rekalde, infraestructura necesaria para el posterior derribo del viaducto de la autovía A-8 en ese barrio bilbaíno, un proyecto "complejo" cuya ejecución en su conjunto requiere unos nueve años y medio.

En el pleno de control que celebran las Juntas Generales de Bizkaia en Gernika, el diputado foral de Desarrollo Económico y Territorial, Imanol Pradales, ha concretado algunos datos sobre esta infraestructura demandada durante años por los vecinos de Rekalde, a petición de los grupos en la Cámara de EH Bildu y PP.

Desde los grupos de la oposición, el representante de EH Bildu Raúl Méndez y el del PP Eduardo Andrade han pedido que se dé a este proyecto la "misma prioridad" que a otros.

Según Méndez, "con la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana de Bilbao no hay excusas" para no acometerlo. Andrade, por su parte, ha reprochado que han sido "demasiados años de promesas incumplidas" y el derribo del viaducto "debe ser prioritario".

En su intervención, seguida en la Casa de Juntas por algunos vecinos de Rekalde, Pradales ha explicado que una vez que el Ayuntamiento de Bilbao ha aprobado su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), en la Diputación "hemos iniciado ya el análisis de la información geotécnica, ambiental, urbanística y funcional que permitirá identificar los puntos críticos que necesitamos para la licitación del proyecto constructivo" de la variante.

Seis meses de análisis previos

Según ha precisado, esta tarea se desarrollará durante seis meses y posteriormente se deberá contratar el proyecto constructivo.

Pradales ha insistido en que la construcción de la variante y el posterior derribo del viaducto se trata de un proyecto "complejo" cuya tramitación exige largo tiempo por su "gran magnitud", importantes impactos en la autovía A-8 y en el urbanismo y afecciones medioambientales ya que hay que construir un túnel.

Ha detallado que para la elaboración del proyecto constructivo de la variante hay que hacer unos estudios previos, hay que preparar el pliego de licitación del proyecto constructivo, contratarlo y realizarlo, lo que supone 48 meses de trabajo.

Después, hay que construir la variante y demoler el viaducto, con trámites de licitación, contratación y ejecución de obras que supondrán 68 meses de trabajo adicionales. En total, suponen "116 meses de trabajo constante y permanente", según ha indicado.