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Crónica
Venezuela decide entre el legado de Chávez o el giro radical
Aquí en Caracas, como en toda Venezuela, se respira muchísima incertidumbre. En una aparante clima de paz, se teme por las reacciones violentas o revueltas que pudiera haber.
Arantxi Padilla | Caracas
Los venezolanos deciden su futuro en las elecciones presidenciales por segunda vez en seis meses, en un escenario político en la que Chávez sigue muy presente. El pasado octubre la mayoría votó por la tercera reelección de Hugo Chávez y, en diciembre, para escoger a los gobernadores de sus 23 estados.
Los venezolanos elegirán presidente para los próximos seis años y, aquí en Caracas, como en toda Venezuela, se respira muchísima incertidumbre. A partir de las 12:30 del mediodia en Euskadi, 18 millones de personas están llamadas a las urnas desde las 06:00 horas hasta las 18:00 horas en Venezuela, se espera que hacia las 21:00 horas en Venezuela se empiecen a conocer los primeros resultados.
Elegir entre Nicolás Maduro y Henrique Capriles, supone decidir entre seguir con el legado de tras los 14 años de socialismo del fallecido presidente Chávez, o por el contrario girar de forma radical hacia una economía que favorezca al sector privado. Todo ello en medio de grandes dificultades económicas y un clima de polarización social.
Todas las encuestas dan como ganador Nicolás Maduro, proclamado hijo de Chávez, que en los últimos meses ha tenido que prepararse de forma acelerada para suceder y ocupar el lugar del comandante venezolano.
Henrique Capriles, por su parte, ha tenido la tarea de liderar a una oposición desunida hasta hace un mes, pero siempre enfrentada al oficialismo.
Los dos candidatos han llamado a votar masivamente y en paz, para que esta sea la jornada electoral más concurrida de la historia, unos para rendir homenaje a Hugo Chávez, y otros a favor del cambio.
En una aparante clima de paz, se teme por las reacciones violentas o revueltas que pudiera haber, pero los dos candidatos han declarado que cualquiera que sea el resultado lo aceptarán y también los militares lo respetarán, según uno de los generales responsable del despliegue de uniformados que custodian las mesas y el material electoral.