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Cuba
Fariñas, dispuesto a beber agua cuando liberen a los primeros presos
El disidente cubano, en huelga de hambre y sed desde hace más de cuatro meses, beberá agua una vez sean liberados los primeros cinco presos del grupo de 52 anunciado por la Iglesia.
Redacción
El disidente cubano Guillermo Fariñas, en huelga de hambre y sed desde hace más de cuatro meses, estaría dispuesto a beber agua una vez que sean liberados los primeros cinco presos políticos del grupo de 52 anunciado por la Iglesia católica de la isla, según ha asegurado a EFE una fuente allegada.
"Acabamos de hablar con él (Fariñas) y ha estado de acuerdo en comenzar a beber agua, cuando liberen a los cinco primeros presos", ha dicho Ismeli Iglesias, el médico disidente que sigue su caso.
Fariñas se encuentra en estado crítico desde la semana pasada, cuando su salud se complicó con una trombosis yugular, si bien no ha empeorado en los últimos días.
El disidente, que permanece internado en un hospital de la ciudad central de Santa Clara desde marzo, inició su huelga de hambre tras la muerte del preso político Orlando Zapata para exigir la libertad de 26 opositores encarcelados enfermos.
El médico Iglesias ha señalado que los compañeros de la oposición de Fariñas harán todo lo posible por convencerlo para que abandone la huelga cuanto antes, debido al empeoramiento de su salud.
El Arzobispado de la Iglesia Católica en La Habana ha divulgado este miércoles una nota anunciando que el Gobierno de Raúl Castro procederá a la excarcelación gradual de 52 presos políticos, cinco de ellos de forma inminente, y que podrán trasladarse a vivir a España con sus familias.
Cinco de los 52 presos políticos, todos los que quedaban en la cárcel del llamado "Grupo de los 75", condenados en la "Primavera Negra" de 2003, serán excarcelados en las próximas horas y dejarán Cuba para vivir en España, según el comunicado de la Iglesia.
Los restantes 47 serán puestos en libertad en los próximos tres o cuatro meses "y podrán salir el país".
Este es el principal resultado obtenido hasta ahora tras el diálogo abierto en mayo pasado entre la Iglesia cubana y el Gobierno, en el que han tratado sobre los presos políticos y otros temas internos.