Día de recuento de votos en Afganistán

Entre crecientes denuncias de fraude y baja participación, la Comisión Electoral afgana ha iniciado ya el recuento de los votos de las elecciones legislativas celebradas ayer sábado en Afganistán, ha confirmado a Efe un portavoz de ese organismo.

Según el primer dato provisional oficial de participación, han ejercido su derecho al voto un 40% de los electores, aunque ese dato se refiere sólo a 4.632 de los 5.816 colegios electorales, por lo que no es definitivo.

Unos 11,4 millones de afganos estaban llamados a las urnas para elegir a los 249 miembros de la Wolesi Jirga o Asamblea Nacional, entre cerca de 2.507 candidatos, de los cuales 398 son mujeres.

Según la Fundación para unas Elecciones Libres y Justas de Afganistán (FEFA), al menos 389 colegios electorales sufrieron "sucesos serios de violencia", con explosiones o cierres forzosos decretados por los talibanes, que llamaron al boicot de los comicios.

Los ataques marcaron la jornada electoral

La jornada electoral estuvo marcada por la inseguridad y numerosos ataques. Según los datos del Gobierno afgano, los actos de violencia se saldaron con 42 muertos y 107 heridos. Concretamente, fallecieron 11 civiles, 3 policías, 1 militar y 27 supuestos insurgentes, mientras que 45 de los 107 heridos son civiles.

La sombra alargada del fraude

Durante las últimas semanas, organizaciones pro Derechos Humanos, como Amnistía Internacional o Human Rights Watch han asegurado que el país sigue sin estar preparado, un año más y ya son nueve en guerra, para celebrar unos comicios. Las razones son las mismas: falta de seguridad y desconfianza en la seguridad de los mecanismos electorales.

La comunidad internacional ha destacado el incremento en el número de candidatas o la posible creación de un bloque político real que actúe como contrapeso a las ambiciones del presidente Hamid Karzai de anular la influencia de la cámara baja con la creación de instituciones paralelas.

"Estas elecciones no van a ser perfectas", reconoció ayer el jefe de la misión de Naciones Unidas en Pakistán (UNAMA), Staffan de Mistura, quien indicó no obstante que "existe la sensación de que serán mucho mejores que las anteriores".

De Mistura se refirió a los comicios presidenciales de agosto de 2009, que a la postre se cobraron la cabeza de su predecesor, Kai Eide, acusado de ocultar el masivo escándalo por el que terminaron anuladas nada menos que un tercio de las papeletas depositadas en los comicios.

Finalmente Hamid Karzai se alzó con la victoria tras semanas de recuentos, investigaciones y acusaciones de los candidatos a Estados Unidos de América y a la ONU de manipular el proceso.