Internacional -
Escalada de violencia
Una cadena de atentados se salda con 34 muertos y 88 heridos en Irak
Los ataques se han producido contra chiíes, al norte de Bagdad y al sur del país, en pleno recrudecimiento de la violencia religiosa.
Redacción
Una serie de atentados con bomba se han cobrado la vida deal menos 34 personas en Irak, además de dejar también más de 80 heridos.
Por una parte 29 personas han muerto y 68 han resultado heridas este jueves como consecuencia de una nueva oleada contra zonas mayoritariamente chiíes de la capital de Irak, Bagdad, según un nuevo balance procedente de fuentes policiales y hospitalarias.
En un primer momento dos bombas han estallado en el distrito de Ciudad Sadr, en el noreste de la capital. Un explosivo había sido colocado en una motocicleta aparcada y el otro era una bomba artesanal plantada junto a una carretera.
Más tarde, 16 personas han muerto y 36 han resultado heridas a causa de la explosión de dos coches bomba en Kadhimiya, un distrito del noroeste de Bagdad cuya población es también mayoritariamente chií, según un nuevo balance policial. Aparte, la Policía ha hallado y desactivado otros dos explosivos en la capital.
"Es demasiado pronto para acusar a nadie en particular porque aúndebemos aclarar algunos puntos en las investigaciones", ha declarado elportavoz del centro de operaciones de Bagdad, Qassim al Musaui."Estamos en guerra con los terroristas y con los enemigos del procesopolítico, por lo que no nos sorprenden ni nos parecen extrañas estasexplosiones, estamos acostumbrados", ha agregado.
5 muertos y 20 heridos al sur de Irak
Por otro lado cinco personas han muerto y otras 20 personas han resultado heridas en elsur de Irak como consecuencia de un atentado con bomba defabricación artesanal cuyo objetivo era un grupo de peregrinoschiíes, según la Policía.
El atentado se ha producido en un puesto de control policial situadojusto al oeste de Nasiriya, a 300 kilómetros al sureste de Bagdad.
Aumenta la violencia religiosa
La nueva oleada de atentados se ha producido en pleno recrudecimiento de la violencia religiosa, después de que Nuri al Maliki ordenase, el pasado 18 de diciembre, la detención de un vicepresidente suní, Tareq al Hashemi, y solicitase al Parlamento el cese de su viceprimer ministro, el también suní Salé al Mutlaq.
Cuatro días más tarde, y muy pocas fechas después de la salida de las tropas estadounidenses de Irak, al menos 72 personas murieron a causa de una serie de atentados contra objetivos chiíes en Bagdad y alrededores.