Luto en Bélgica por la muerte de 28 personas en accidente de autobús

El Gobierno de Bélgica ha decretado un día de luto por el accidente de autobús que este martes acabó con la vida de 28 personas en Suiza. El autobus siniestrado chocó contra el muro de un túnel en la localidad de Sierre, al sur del país, y en el accidente murieron 22 niños y 6 adultos.

Uno de los 22 menores fallecidos podría ser español (con doble nacionalidad, belga y española). Otros dos menores con doble nacionalidad, española y belga también, viajaban en el autobús siniestrado, y han resultado heridos.

El fiscal del cantón de Valais, Olivier Elsig, ha afirmado que el autobús circulaba a la velocidad permitida cuando se empotró contra la pared. ''Tras el análisis de los tacógrafos, podemos decir, a priori, que el vehículo no circulaba demasiado rápido", ha dicho Elsig en rueda de prensa, junto al primer ministro de Bélgica, Elio di Rupo, y la presidenta de Suiza, Eveline Widmer-Schlumpf.

Según han explicado, las imágenes de las cámaras del túnel hacen descartar que en el siniestro interviniera "otro vehículo o elemento de la ruta''. ''El suelo estaba seco y no había un problema climático", han afirmado.Los familiares viajan a Suiza

Las familias de las víctimas han partido de Bruselas hacia Ginebra en un avión puesto a su disposición por el Ejército belga. La aeronave, un Airbus A310, transporta a 116 personas, entre las que se encuentra un equipo de psicólogos especializado en este tipo de dramas, según ha explicado a los periodistas el ministro belga de Defensa, Pieter De Crem, en el aeropuerto militar de Melsbroek.

Los familiares de las víctimas de la tragedia han llegado a la instalación, en las afueras de Bruselas, a bordo de autobuses con los cristales tintados. Allí han sido recibidos por el rey de Bélgica, Alberto II; el primer ministro, Elio Di Rupo; y el propio De Crem. Un total de 52 personas viajaban en el autocar accidentado, que se estrelló por causas aún desconocidas en un túnel en la localidad suiza de Sierre (sur del país). De ellas, 28 han fallecido y otras están heridas de diversa consideración. La mayor parte de los viajeros eran niños de las localidades belgas de Lommel y Heverlee (en el norte de Bélgica), que regresaban a casa tras disfrutar de unas vacaciones de esquí en el valle de Anniviers, en los Alpes suizos.

Conmoción en Bérgica

"Es un día negro para nuestro país, todos los belgas comparten nuestra inmensa tristeza, no hay palabras para expresar lo que sentimos. Vista la amplitud de la catástrofe y la emoción que suscita, el Gobierno ha decidido que habrá un día de luto nacional", ha declarado en rueda de prensa el primer ministro de Bélgica, Elio Di Rupo, antes de partir hacia Suiza.

Di Rupo ha ratificado la cifra de 28 muertos en total, de los cuales veintidós son menores y cuatro son profesores o monitores, además de los dos conductores del vehículo.

Ha indicado que hay veinticuatro heridos, algunos de gravedad, entre ellos tres niños que están en coma, y ha confirmado que diez de los menores que viajaban en el autobús eran de nacionalidad holandesa, uno era polaco y otro alemán.