'Me indigna que la extorsión se vea como violencia de baja intensidad'

El exsecretario general de Confebask, José Guillermo Zubia, ha manifestado que le sigue indignando la consideración social de la extorsión como un fenómeno extrictamente económico o como una violencia de baja intensidad.

Zubia ha recalcado que era una forma de "secuestrar la capacidad de decisión y de vivencia de una persona y de su entorno".

Así se ha manifestado durante una tertulia celebrada en el programa Boulevard de Radio Euskadi sobre el estudio que está elaborando el Centro de Ética Aplicada de la Universidad de Deusto relativo a las consecuencias de la extorsión de ETA. En la citada tertulia también han participado dos de los participantes en el estudio: Izaskun Sáez y Josu Ugarte.

José Guillermo Zubia ha afirmado que el chantaje de ETA a los empresarios fue "más que un problema de cartas", porque se produjeron más de 30 muertos, 50 secuestros e incontables atentados, pero ha admitido que "con la carta de extorsión se aterraba muy fácilmente, por el precio de un sello de correos". En total, se calcula que entre 10.000 y 15.000 personas pudieron ser extorsionadas por ETA.

También ha precisado que "ha habido muchas épocas de insensibilidad, no solo institucional, sino de insensibilidad social". Ha recordado que la recomendación que "en muchos casos se produjo" por parte de "personas e instituciones" ante los casos de chantaje fue la de "arréglelo usted o llegue a un acuerdo", algo que "se rompe" con "una mayor concienciación social", en unas "fechas más recientes". "Esto en épocas como los años 70, tenía bastante predicamento, seguramente nadie se dirigiría a grandes instancias políticas, sino a aquellas más próximas", ha dicho.

Según el exdirigente de la patronal vasca, en ciertos momentos, la "sociedad institucional no daba cobertura necesaria" a los amenazados "por falta de medios" y ha calificado de "importante" el momento en el que la Ertzaintza empieza a tener "una cierta capacidad operativa" y "puede haber personas capacitadas y decididas". En este aspecto, ha dicho mantener "un enorme respeto, admiración y afecto" por el exconsejero de Interior Juan María Atutxa.

Zubia ha elogiado la actitud de resistencia del empresariado vasco porque, "aunque puede que se fueran algunos ricos, se quedaron la inmensa mayoría de los empresarios". A su juicio, "teniendo en cuenta que la empresa vasca es una empresa de tamaño medio pequeño, si hubiera habido fuga no hubiera habido empresas".

Estudio de la Universidad de Deusto

El Centro de Ética aplicada de la Universidad de Deusto está elaborando un estudio en profundidad sobre la extorsión de ETA, en el que participan 11 profesionales, la mayoría de ellos profesores universitarios. Izaskun Sáez es doctora en Ciencias Políticas y es la coordinadora del estudio. Josu Ugarte, por su parte, fue director de la desaparecida fundación Bakeaz y es uno de los participantes en el estudio. Hoy ambos han participado en la citada tertulia de Radio Euskadi para hablar del proyecto.

Según Izaskun Báez, uno de los objetivos fundamentales de este proyecto es precisamente tener un "componente regenerador o sanador". Ella considera que la extorsión ha sido un tipo de violencia que ha pasado muy desapercibida, en comparación con el asesinato o el secuestro, pero que la han sufrido miles y miles de personas y con ellos sus familias.

"En un momento en el que se está debatiendo el tema del relato y de la memoria veíamos que teníamos que hacer una contribución en este terreno", ha añadido. Según ha relatado arrancaron el proyecto en 2012 a través del contacto de una persona extorsionada y espera finalizar el trabajo para principios de 2016. Sin embargo, considera que "es un punto de partida y no un punto de llegada".

Ugarte ha confesado que ha sido muy complicado para ellos conseguir testimonios de personas extorsionadas. En total, han realizado unas 60 entrevistas en profundidad, pero han contactado con más de 200 personas. Eso sí, Báez ha subrayado que a partir de su presencia en los medios de comunicación ha habido personas que se han puesto en contacto con ellos para prestar su testimonio. Además de las entrevistas en profundidad, han puesto en marcha un cuestionario on-line. Está en marcha desde agosto de 2014 y hasta ahora han conseguido aproximadamente 130 testimonios.

El estudio se está abordando desde 4 dimensiones: perspectiva histórica, perspectiva socio-política, perspectiva económica y perspectiva ética-jurídica. En la primera, están tratando de hacer un hacer un análisis de la evolución que ha tenido la extorsión; en la segunda, están analizando cómo ha reaccionado la sociedad ante la extorsión; en la tercera, fijan las consecuencias de la extorsión en el conjunto del tejido económico vasco; y en la cuarta y última, se han fijado más en los dilemas éticos, en los agentes implicados y en la responsabilidad de cada uno.