Política -
Homenaje póstumo
Cientos de personas homenajean a Periko Solabarria en Barakaldo
Las cenizas del histórico militante de la izquierda abertzale fallecido el pasado miércoles han sido recibidas entre ikurriñas en la Herriko Plaza.
AGENCIAS | REDACCIÓN
Varios cientos de personas han rendido hoy un homenaje póstumo al histórico militante de la izquierda abertzale Periko Solabarria, que falleció el pasado miércoles a la edad de 85 años.
El homenaje se ha celebrado en la Herriko plaza de Barakaldo, con la presencia del presidente de Sortu, Hasier Arraiz, y de los hijos de Solabarria, que portaban una urna con las cenizas y las inseparables txapela y bolso del veterano militante. También han acudido los dirigentes de la izquierda abertzale Pernando Barrena y Rufi Etxeberria, la parlamentaria de EH Bildu, Maribi Ugarteburu, el exdiputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano, dirigentes de LAB, el sindicato al que perteneció, y algunos militantes de Podemos.
El homenaje ha arrancado con un pasillo de ikurriñas bajo el que los participantes han portado la urna con sus restos mortales y ha contado también con la actuación de bertsolaris y dantzaris.
En un escenario presidido por una imagen de gran tamaño de Solabarria, los participantes han ido depositando flores para, posteriormente, tomar la palabra representantes de asociaciones sociales que han remarcado la "lucha política, sindical y social por los más necesitados" desarrollada por el fallecido.
Han hablado, entre otros, además de la hija de Solabarria, veteranos militantes de la izquierda abertzale como la exconcejal de Barakaldo Txusa Padrones, quien ha dicho que la pérdida de Solabarria "nos duele hasta las entrañas", o el exalcalde de Llodio, Pablo Gorostiaga.
Biografía
Además de por su amplia trayectoria política, Solabarria era conocido por ser un defensor de los derechos de los trabajadores y personas en situación de precariedad. Nacido en Portugalete en 1930, se ordenó sacerdote con solo 24 años, y se empleó a fondo en la defensa del movimiento obrero, llevando a cabo su labor pastoral en zonas de fuerte tradición obrera. Fue considerado uno de los pioneros del movimiento de curas obreros en el Estado español, junto con el jesuita David Armentia. Solabarria trabajó como cura obrero en la construcción. Estuvo en la construcción de la UPV en Leioa, en el puente de Rontegi o en Altos Hornos. Su actividad política le costó la cárcel en Zamora o Basauri, y perdió su empleo como sacerdote, convirtiéndose en peón de la construcción. En 1975, ingresó en el sindicato LAB y fue miembro de la Mesa Nacional de Herri Batasuna. En dos legislaturas fue elegido diputado en el Congreso de los Diputados, aunque no ejerció. Fue parlamentario en la CAV, juntero en dos ocasiones y concejal en Barakaldo.