Dos jóvenes condenados por la AN apuestan por la desobediencia

Los jóvenes Aitor Fernández y Aingeru Cardeño, condenados por la Audiencia Nacional a tres años de cárcel por quema de cajeros en el barrio bilbaíno de Santutxu hace 12 años, han afirmado que la "venganza política contra Euskal Herria no ha cesado y, a día de hoy, la Ertzaintza sigue utilizando los mismos métodos violentos, sucios y oscuros para llevar a decenas de jóvenes comprometidos a celdas de las prisiones del Estado Español".

En una convocatoria pública en Bilbao, han roto las órdenes de encarcelamiento enviadas desde la Audiencia Nacional, porque, según han indicado, no "las aceptan" y han mostrado su "apuesta por el camino de la desobediencia".

Los condenados han afirmado que estos tribunales "no tienen legitimidad para juzgar a ciudadanos vascos", al tiempo que han asegurado que no creen "en su justicia".

Detención y condena

Han explicado que, el 17 de junio de 2003, seis jóvenes fueron detenidos y permanecieron cuatro días "incomunicados en Arkaute, en aplicación de la Ley Antiterrorista".

Los condenados han explicado que hace unos meses han vuelto a ser juzgados por unos hechos sucedidos hace 12 años y que, "basándose en las declaraciones policiales de la detención de 2003", han "sido condenados a tres años de prisión y, en cualquier momento, pueden ser detenidos y encarcelados".

En ese sentido, han dicho, se supone que "estamos en un escenario y tiempo nuevo, pero seguimos estando en el punto de mira los mismos que estuvimos hace doce años".

Torturas

Han asegurado igualmente que, "meses antes de su detención, la "Ertzaintza estaba acumulando múltiples denuncias de torturas por muchos jóvenes detenidos e incomunicados" y que, ante estas denuncias y con el único objetivo de lavar la imagen de cara a la sociedad, se sacaron de la chistera el 'protocolo para las personas detenidas en régimen de incomunicación", al tiempo que, según han dicho, "estaban torturando en Arkaute".

En ese sentido, se han dirigido al PNV para preguntarle cuándo van a "reconocer que han practicado la tortura" y cuándo se va a producir "la autocrítica".