Política -
Nuevo currículum
El euskera tendrá mayor presencia en los centros escolares
El nuevo texto aprobado mantiene el término 'Euskal Herria' como "acepción lingüística y cultural". Además, los centros deberán contar con los testimonios de víctimas de ETA.
Redacción
El Gobierno Vasco ha aprobado hoy el nuevo currículo de educación primaria y secundaria en el que no plantea diferencias entre el euskera y el castellano y ambas lenguas tienen "la misma jerarquización normativa", aunque sí recoge que el euskera es la lengua que mayor apoyo necesita, ya que es la minoritaria.
La consejera de Educación, Isabel Celaá, ha explicado tras la reunión del Consejo de Gobierno los pormenores de este nuevo decreto que modifica el anterior, elaborado por el Departamento cuando estaba dirigido por Tontxu Campos (EA). Según Celaá, el euskera "tendrá una atención preferente", de modo que contará con una presencia mayor en la educación vasca. Como novedad, permite la exención de la evaluación del euskera, no de su aprendizaje, en casos puntuales. Como ejemplo, ha apuntado que no deberán examinarse de euskera los estudiantes de paso en Euskadi de manera previa a evaluarse de selectividad.
Término ''Euskal Herria''
Por otro lado, el currículo mantiene el término ''Euskal Herria'', no como "una unidad jurídico-político-administrativa", sino como "un concepto, un país situado a ambos lados de los Pirineos, que tiene una acepción cultural y lingüística amplia". "''Euskal Herria'' es el país del euskera y aparece en la literatura vasca desde el siglo XVI", ha dicho Celaá, quien ha precisado que este concepto en el currículum educativo "queda desligado de toda identificación con proyectos partidistas y tiene una acepción respetuosa con otras autonomías".
Testimonios de víctimas de ETA El texto establece como obligatorio que todos los centros educativos den cabida al testimonio de las víctimas de ETA en sus aulas. El documento, que guiará los contenidos de la educación básica vasca a partir del próximo curso, recoge el rechazo a la violencia de ETA y la define como "violencia ilegítima". Entre sus objetivos recoge el respeto a los derechos humanos y la obligación de los centros de trabajar la "empatía hacia las víctimas", de modo que todos ellos deberán abrir sus puertas para que los afectados por el terrorismo relaten sus experiencias en las aulas. Celaá ha insistido en que este aspecto es obligatorio para todos los centros, aunque ha precisado que el modo en que se desarrolle (con la presencia física o no de las víctimas) es decisión de las escuelas.