Política -
Análisis
Reforma laboral urgente
El Gobierno español tiene prisa. Tras el recorte del sector público, llega el turno a la tan traída reforma laboral. De su aprobación urgente, antes de que termine junio, puede depender su solvencia.
Pedro García Larragan
Abaratar el despido de los empleados fijos, y encarecer la contratación temporal. Ése parece ser el principal objetivo del Gobierno español de cara a una reforma laboral que, advierten, se hará con o sin acuerdo entre sindicatos y patronal antes de que termine el año. Quizá uno de los motivos de la urgencia tenga que ver con el nerviosismo de los inversores internacionales. Hoy, la bolsa vuelve a bajar de forma importante.
En esta ocasión encabezan las pérdidas la bolsa italiana primero, y después la española. El IBEX 35 se deja a estas horas casi un tres por ciento arrastrado una vez más por la pérdida de valor de los bancos, situación que también se repite en Italia y Francia.
Además, el euro vuelve a caer frente al dólar; y el riesgo país en España se dispara hasta alcanzar cifras casi récord. El riesgo país mide la diferencia entre los intereses que paga Alemania a los inversores que compren sus bonos; y los intereses que paga España a los que compren los suyos.
Y ahora mismo, España, para que inversores internacionales le compren bonos con los que financiar la marcha del país, se ve obligada a prometer el doble de intereses que Alemania. Y eso, no hay que decirlo, endeudará a nuestros hijos más de la cuenta, y lastrará el crecimiento de su economía. Quizá por eso, Zapatero tiene urgencia por escenificar reformas contundentes y creíbles a los ojos del sacrosanto mercado. La cuestión es, ¿será suficiente? La respuesta, en la bolsa de los próximos días.