Política -
Documentación
La Declaración de Anoeta, en el banquillo
La Fiscalía y el Foro Ermua acusan a Otegi, Permach y Álvarez de enaltecimiento del terrorismo. Fue la primera vez que Batasuna apostó por las vías "exclusivamente políticas".
Manu Giménez
Este 11 de noviembre comienza en la Audiencia Nacional el juicio contra los dirigentes de Batasuna Arnaldo Otegi (que se encuentra en la cárcel por otra causa), Joseba Permach y Joseba Álvarez por el acto político realizado el 14 de noviembre de 2004 en el velódromo de Anoeta de Donostia-San Sebastián.
Los imputados están acusados de "enaltecimiento del terrorismo" porque, según el juez Eloy Velasco, durante el acto, al que asistieron unas 15.000 personas, se proyectó "un vídeo recopilatorio de detenciones de miembros de ETA", comunicados, "imágenes de todos los dirigentes de Batasuna y los miembros de ETA muertos durante los últimos 25 años", mientras el público gritaba "gora ETA militarra".
Además, el juez estima que Iñigo Balda (imputado al principio, pero quedó fuera del proceso) y Álvarez fueron los encargados de solicitar y acondicionar el velódromo para dicho acto, mientras que Permach y Otegi fueron los encargados de dar los discurso de apertura y clausura, y anunciar públicamente la realización del acto en una rueda de prensa.
Proceso parado durante dos años
La causa por el mitin estuvo paralizada entre febrero de 2006, un mes antes de que ETA declarara el último alto el fuego permanente, y octubre de 2008, cuando Velasco la reactivó tomando declaración a Balda.
El proceso comenzó en 2006 con una investigación ordenada por la Fiscalía de Gipuzkoa y fue el Fiscal General del Estado, Cándido Conde Pumpido, el que dio el último empujón apoyando la acusación de "enaltecimiento del terrorismo".
Así, Otegi, Permach y Ávarez fueron a declarar a la Audiencia Nacional en febrero de 2006 y no fue hasta dos años más tarde cuando volvió a hablarse del caso.
Defensa y acusación
La Fiscalía solicitará para los tres acusados 18 meses de prisión y 12 años de inhabilitación por enaltecimiento del terrorismo. El Foro Ermua, por su parte, que ejerce de acusación popular, pide cinco años de cárcel y 20 de inhabilitación por ese mismo delito y los de desobediencia, reunión ilícita y quiebra de medidas cautelares.
Sin embargo, la defensa argumenta que no hay hechos constitutivos de delito en el acto de Anoeta. Así, la abogada Jone Goirizelaia anunció que utilizará argumentos "políticos" para defender a los acusados, porque la encarcelación de Otegi no fue "una decisión técnico-jurídica, sino una decisión revestida de política porque se hizo en base a una serie de documentos políticos que la Policía analizó y le dio un contenido político concreto".
Testigos
En total serán 22 testigos y una decena de peritos los que declararán a petición de todas las partes. La defensa ha pedido la declaración de Eguiguren y del periodista Gorka Landaburu.
La declaración como testigo de la defensa del presidente del PSE-EE ha generado gran revuelo en el mundo de la política. Los socialistas se limitaron a señalar que Eguiguren acudirá al juicio y "colaborará con la Justicia". El PSOE precisó que "él no va voluntariamente, va citado por el tribunal y cuando un tribunal te cita es la mejor manera de colaborar con la Justicia".
Sin embargo, desde el PP se ve con recelo la declaración, ya que podría "beneficiar" a los acusados.
Acto de Anoeta
El 14 de noviembre de 2004 Batasuna realizó un mitin en el velódromo donostiarra en el que presentaron una propuesta para la "superación del conflicto", por vías "exclusivamente políticas y democráticas". Se trata de la primera vez que la izquierda abertzale hizo referencia a las vías "exclusivamente políticas y democráticas".
La proposición se basaba en el principio de crear dos mesas de diálogo: la primera entre el gobierno y ETA (para debatir temas como el desarme, los presos y las víctimas) y la segunda con todos los partidos políticos vascos.
Desde el EBB del PNV y por parte del Gobierno Vasco de Ibarretxe, la propuesta de Batasuna fue "valorada" como "avance en una dirección que nos parece positiva".
Asimismo, el propio lehendakari Patxi López, que en aquel entonces era coordinador del Consejo Terriorial del PSOE, dijo que "es un paso, pero no el paso que esperábamos".