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Caso del Museo Balenciaga

Testigos afirman que el exalcalde de Getaria actuó en beneficio de Julián Argilagos

El exalcalde del PNV está siendo juzgado por las irregularidades detectadas en la construcción del Museo Balenciaga, que fue proyectada en 4,8 millones de euros y acabó costando 30 millones.

El exalcalde de Getaria, Mariano Camio (PNV), en el banquillo de los acusados. Foto: EFE
El exalcalde de Getaria, Mariano Camio (PNV), en el banquillo de los acusados.
Seretario de la Fundación Balenciaga: 'Éramos meros instrumentos de Mariano Camio'

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EFE

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Euskaraz irakurri: Getariako alkate ohia Julian Argilagosen mesedetan aritu zela esan dute lekukoek

La tesis de las acusaciones han encontrado un notable apoyo en las declaraciones de los principales testigos que han declarado este miércoles en el juicio del caso Balenciaga, quienes han constatado la "dependencia" afectiva y emocional "absoluta" de Mariano Camio respecto a Julián Argilagos.

Así lo han puesto de relieve el instructor del atestado policial, elaborado por la Ertzaintza durante un año de exhaustivas investigaciones, y el exsecretario de la Fundación Balenciaga, Manuel Cabrera, cuyos testimonios han centrado el interés de la segunda sesión del juicio que se sigue en San Sebastián por las presuntas irregularidades en la gestión y construcción del museo dedicado al maestro de la alta costura Cristóbal Balenciaga en su localidad natal de Getaria (Gipuzkoa).

Una infraestructura proyectada en 4,8 millones de euros en el año 2000 y que acabó costando 30 once años después, tras sufrir constantes incrementos económicos a lo largo del tiempo.

El exalcalde de Getaria por el PNV, Mariano Camio, responsable del proyecto desde sus cargos de vicepresidente de la Fundación Balenciaga y gerente de la sociedad pública Berroeta Aldamar, es el principal procesado en este fraude que, según la Fiscalía, habría cometido en un intento de favorecer al otro imputado: Julián Argilagos, el arquitecto cubano que diseñó el proyecto del museo a pesar de no tener su título convalidado en España y con el que mantenía una "intensa relación sentimental".

Este hecho, como defiende el Ministerio Público, habría llevado a Camio a intentar "favorecer" a Argilagos, quien permanece huido de la justicia, mediante distintas irregularidades como la inclusión de una cláusula "abusiva" en su contrato que le permitió incrementar sus honorarios a medida que crecía el presupuesto del museo, desde los 510.860 euros pactados inicialmente hasta los 1,12 millones.

En la causa está procesado Rolando Paciel, un arquitecto también de origen cubano que se enfrenta a una posible multa por carecer de título convalidado en nuestro país.

Un ertzaina constanta que Camio benefició al arquitecto del museo

La declaración este miércoles del agente que instruyó el atestado policial del caso ha ratificado plenamente la versión del Ministerio Público, al asegurar que "cualquier profesional" se habría dado cuenta desde el primer momento de que los 4,8 millones previstos inicialmente en el proyecto "eran escasos e insuficientes", que el museo "no iba a costar eso" y que el presupuesto final "se iba a incrementar "sí o sí" como "finalmente sucedió".

Una circunstancia de la que, como ha relatado este ertzaina, "salió beneficiado" Argilagos "en todo momento a instancias de Mariano Camio".

En palabras de este policía, conforme avanzó la investigación, quedó patente que "el objetivo final" de la trama era "satisfacer el requerimiento" de todo aquello que en un momento dado pudiera "beneficiar" al arquitecto cubano, cuyo título "nunca" fue homologado.

A su juicio, el motivo de esta manera de actuar por parte de Camio era la "relación de íntima afectividad" que ambos mantenían, ya que existía entre ellos una "vinculación afectiva muy fuerte" que en el caso del exalcalde era de "dependencia".

Algo que, como ha comentado, impulsó a Camio a solicitar la ayuda de Argilagos ante la petición de rendición de cuentas que le formuló el Patronato de la Fundación Balenciaga, demanda a la que el arquitecto cubano "parecía hacer oídos sordos".

A lo largo de su comparecencia, este ertzaina ha documentado además la existencia de "duplicidades de pagos" por distintas cuestiones, la falta de un concurso para la adjudicación del edificio que Camio, en su condición de "buque insignia" y "referente" del proyecto, habría concedido a Argilagos, así como la ocultación de cláusulas y la existencia de "información sesgada" dirigida a los responsables del Patronato.

El agente también ha constatado viajes a París y diferentes ciudades de los Estados Unidos, a cargo de dinero público, por parte de Camio y Argilagos sin relación aparente con su trabajo, así como un "indudable" y "exacerbado favorecimemiento" hacia el arquitecto y su "entorno" en otras múltiples cuestiones.

En esta misma línea ha declarado el secretario de la Fundación Balenciaga, Manuel Cabrera, quien ha dicho que este organismo "funcionaba según el capricho y criterio" de Camio, a quien ha acusado de no haber respetado "muchos de los acuerdos" adoptados por su Patronato.

Cabrera ha desvelado además que en una ocasión intentó hacer llegar una "queja personal" por este comportamiento al presidente de la Fundación, el prestigioso modisto francés Hubert Givenchy, ante la que le pidieron que no armara "follones" que dejara "el tema tranquilo" y le recomendaron que no se metiera "en líos".

Este testigo también ha avalado la existencia "una dependencia emocional absoluta" de Camio respecto a Argilagos, de quien hacía siempre una defensa a "ultranza" cuando su figura era cuestionada.

Ha comentado también que cuando le "saltaron las alarmas" ante algunos "aspectos económicos" del proyecto que "no podían sostenerse" sin que se le facilitara la "información económica" que demandaba, solicitó el cese de Mariano Camio, preocupado por el "escándalo" que pudiera suponer para los patronos entre los que se encontraban personas de contrastado prestigio.

En la vista también ha testificado la responsable de administración y finanzas de la Fundación Balenciaga, Edurne Insausti, quien ha admitido que en ocasiones no le llegaban las facturas de algunos pagos realizados a las empresas de Argilagos y que tuvo que "reclamar" a Camio, por lo que, en ocasiones, se producían "desfases temporales"

Una situación que ha calificado de "caótica" y que no era de su agrado porque veía que no había "seriedad desde el punto de vista administrativo", pues en ocasiones se le entregaban "facturas escritas a mano" que le llevaban a pensar que eran una "chapuza".

La sesión de este miércoles ha continuado con la declaración de otros empleados de la Fundación Balenciaga y está prevista que prosiga este jueves con la comparecencia de nuevos testigos.

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