Familiares de víctimas de la 'violencia de Estado' llaman a juntarse

Familiares de víctimas de la "violencia de Estado" han hecho un llamamiento a juntarse para tratar de evitar que se pretenda imponer un "único y parcial relato". En este sentido, no descartan mantener contactos con las asociaciones de víctimas de ETA  a las que "no niegan el dolor que la lucha armada ha provocado y jamás seremos insensibles ante el mismo".

Una veintena de familiares de asesinados por torturas o violencia parapocial de los Estados español y francés, entre ellos allegados de Santi Brouard, Alfonso Isasi, Joxean Lasa o José Miguel Beñaran "Argala", han dado a conocer una declaración en Bilbao con el objetivo de reivindicar sus figuras "con dignidad y claridad".

Aunque han insistido en que "de momento no representan a nadie" y no integran ninguna asociación, el grupo ha emplazado al resto de familiares a unirse. "Empezaremos a juntarnos, a hablar con la gente yya veremos qué pasos damos", han señalado Karmen Galdeano e Idoia Muruaga, familiares de Javier Galdeano, asesinado por el GAL, e Igor Angulo, miembro de ETA que se suicidó en prisión.

Según han criticado, durante estos últimos años han sido "varios cientos las personas muertas y miles las personas que han sufrido en sus carnes la tortura y la represión". "El Estado con sus leyes prohibicionistas pretende ocultar estas realidades, sus nombres, sus fotos, intentando así evitar su recuerdo. Pues bien, eran nuestros familiares, nuestros seres queridos, y estamos aquí para reivindicar sus nombres con dignidad y claridad", han criticado.

Los familiares reconocen que "ha habido y sigue habiendo mucho sufrimiento consecuencia del conflicto". Por ello, aseguran no negar "el dolor que la lucha armada ha provocado" , y advierten de que " jamás seremos insensibles ante el mismo". "A pesar de las distancias y de que nuestra versión de la historia y de los hechos ocurridos sea muy distinta, no nos es ajeno comprender los sentimientos de quienes han perdido a un ser querido", ha señalado Muruaga.

A su juicio, las bases para una verdadera convivencia en paz parten del "reconocimiento del otro, del diferente, incluso del opuesto" por lo que cree que se deben aceptar los diferentes puntos de vista y su legitimidad para construir una "realidad incluyente en la que quepamos todos".

Por ello, considera "del todo incorrecto que se pretenda imponer un único y parcial relato". "Es del todo injusto e inadecuado pedir a ETA el reconocimiento del daño causado y al mismo tiempo ocultar e incluso negar las también dramáticas consecuencias causadas por la violencia de estado", ha explicado.