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Documentación

Los pasos del lehendakari

La presentación del plan de paz supone un nuevo paso en el camino iniciado en septiembre con el decálogo que proponía, entre otras cuestiones, un acercamiento de presos.

El lehendakari, Patxi López. EITB
El lehendakari, Patxi López. EITB
El lehendakari, Patxi López. EITB

Redacción

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El lehendakari, Patxi López, pretende dar este jueves una mayor concreción a la hoja de ruta que presentó a finales del pasado mes de septiembre en la Cámara para lograr avanzar en la consolidación de la paz y la convivencia, y dar "un empujón definitivo" a sus iniciativas, algunas planteadas ya y otras nuevas, encaminadas a cerrar "el ciclo terrorista".

Este será un nuevo paso en el itinerario que Patxi López se ha marcado para lograr sus objetivos y que inició con el decálogo que presentó durante el debate de Política General de la Cámara autonómica el 29 de septiembre de 2011. Entre otras cuestiones, planteó el acercamiento progresivo de los presos de ETA, si la banda desaparecía y siempre que favoreciera la reinserción de los presos, y "el reconocimiento legal" de las sensibilidades políticas que cumplan la Ley.

Tras la celebración de la sesión parlamentaria, el 20 de octubre, ETA decretó el cese definitivo de la violencia, con lo que López considera que se ha avanzado, "en parte", en su hoja de ruta, en lo referente a la necesidad de que la banda abandonara el terrorismo y se disolviera.

Posteriormente, el lehendakari abrió "un periodo de consultas" con la celebración de una ronda de contactos con partidos políticos y agrupaciones sociales, en la que contrastó sus posiciones en este nuevo ciclo político.

Su siguiente paso, después de que el PP accediera al Gobierno central con su victoria en las elecciones generales, acudió al Palacio de la Moncloa de Madrid para entrevistarse con el presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, con el fin de intercambiar puntos de vista sobre la gestión del fin de ETA.

En el encuentro, el lehendakari insistió en la necesidad de la flexibilización de la política penitenciaria, que contemplaría el acercamiento de presos a cárceles vascas y el desarrollo de una política individual de reinserción, con la concesión del tercer grado a los reclusos que sufran enfermedades graves e irreversibles, y la legalización de Sortu.

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