Política -
Proposición de ley
Aralar registra una ley para reconocer el derecho a una muerte digna
La proposición de ley que Aralar intentará tramitar antes de que finalice la legisltatura plantea regular la sedación paliativa en los casos irreversibles.
Redacción
Aralar intentará tramitar antes de que finalice la legislatura una proposición de ley para reconocer el derecho de las personas a una "muerte digna" y regular entre otros instrumentos la sedación paliativa. La iniciativa ordena también las obligaciones de los sanitarios que atienden a estos enfermos y obligaría a los hospitales a ofrecer una habitación individual a estos pacientes.
Esta proposición de ley, que sigue los pasos de la norma aprobada en Andalucía el pasado mes de marzo, regula los derechos de los enfermos terminales y las obligaciones de los profesionales sanitarios que los atienden con el doble objetivo de "proteger la dignidad de la persona en el proceso de final de vida" y asegurar tanto su autonomía como el respeto a su voluntad utilizando en el caso de incapacidad el documento de voluntades anticipadas.
El texto, cuya admisión a trámite será debatida en un próximo pleno del Parlamento Vasco, reconoce el derecho del enfermo terminal a recibir información clínica verdadera y comprensible para ayudarle a tomar decisiones de manera autónoma tanto sobre intervenciones quirúrgicas como tratamientos farmacológicos.
En consecuencia, y una vez recibida la información, el paciente podrá rechazar la intervención propuesta "aunque pueda poner en peligro su vida".
La iniciativa legislativa que firma el parlamentario Mikel Basabe precisa que en el caso de los menores de edad la decisión de aprobar o rechazar una intervención o tratamiento recaerá siempre en sus padres o representantes una vez escuchada la opinión del enfermo. La única excepción a esa regla será cuando el menor esté emancipado o tenga cumplidos los 16 años, ya que entonces prevalecerá su opinión en caso de conflicto.
Otros derechos que reconoce la proposición de ley es el derecho del enfermo terminal a recibir cuidados paliativos integrales en el hospital o domicilio, en función de su elección, y "el derecho a recibir atención idónea que prevenga y alivie el dolor físico, incluida la sedación" cuando el dolor o síntoma del paciente no puede ser controlado o eliminado de otra forma.