El 'Muki', condenado a dos años y medio de cárcel

"El Muki", un delincuente de 23 años que ha sido detenido en más de 50 ocasiones por la Ertzaintza y que durante un tiempo sembró la inquietud en la comarca guipuzcoana del Goierri, ha sido condenado a dos años y medio de cárcel por intentar eludir con el coche que conducía un control de la Guardia Civil.

Según la sentencia del caso, los hechos ocurrieron sobre las 14.15 horas del 16 de octubre de 2010, tras advertir la existencia del control, el procesado "cambio bruscamente de sentido sin realizar señal alguna y poniendo en peligro al resto de los conductores que circulaban por el lugar".

 

 

Entre otros casos, "El Muki" ha sido condenado ya por un atraco a mano armada que cometió en un bar de Lazkao (Gipuzkoa), ocurrido la madrugada del 31 de octubre de 2010, uno de los últimos actos delictivos que cometió antes de ser detenido por la Ertzaintza el 1 de diciembre de ese mismo año en Ortuella (Bizkaia) cuando intentaba robar un vehículo.

Este joven ha sido condenado en firme además en otras dos ocasiones por un juzgado de Bilbao que en noviembre de 2009 le impuso diez meses y quince días por un delito de robo con violencia e intimidación a las personas, y por otro de Donostia-San Sebastián que lo condenó a dos años de reclusión por unos hechos similares.

El "currículo delictivo" de "El Muki" acumula una treintena de órdenes judiciales de búsqueda, algunas de ellas cuando era menor de edad, así como medio centenar de detenciones por delitos que, en ocasiones, causaron una importante alarma social. Éste es el caso de dos secuestros, el primero de los cuales fue el de un joven de Ordizia, de 23 años, al que obligó a trasladarle, junto a otra persona, a Elgoibar, donde supuestamente sustrajo otro turismo con el que se dirigieron a Bilbao para cometer varios robos.

El segundo secuestro tuvo lugar el 6 de noviembre de 2010, cuando presuntamente amenazó de muerte con una navaja a un joven de 20 años para que le llevara en su coche con el fin de perpetrar un robo con violencia e intimidación en un restaurante de Zaragoza.