Sociedad -
Euskobarómeto
Dos de cada tres vascos cree que existe fraude en las ayudas sociales
El 75% denuncia la "escasa efectividad" de los controles establecidos para controlar el fraude, pero la gran mayoría afirma que esas "deficiencias" no deberían acarrear recortes.
Redacción
El 66% de los vascos cree que existe fraude en las ayudas sociales, frente a un 16% que opina lo contrario, y el 75% denuncia la "escasa efectividad" de los controles establecidos al respecto, aunque un 78% no están de acuerdo con que esas "deficiencias" deban acarrear el recorte de su ámbito de aplicación en aspectos como su duración o cuantía, según se recoge en el último Euskobarómetro correspondiente a la oleada de invierno. En el sondeo, elaborado por el equipo de investigación de la UPV/EHU dirigido por Francisco José Llera, tras realizar 600 entrevistas entre el 27 de octubre y el 14 de noviembre de 2014, recoge que, frente al 78% de los vascos que se muestran en desacuerdo con recortar ayudas sociales, independientemente de que exista fraude o no, un 13% sí está de acuerdo con esta afirmación y un 7% no de decanta ni por lo uno ni lo otro.
La encuesta también ha preguntado sobre la llegada de inmigrantes: en una escala de 10 puntos, en la que el 1 es la posición de quienes apuestan por la "libre entrada de inmigrantes" sin restricción alguna y, por el contrario, el 10 es la de quienes apoyan la "restricción absoluta a la entrada de inmigrantes", la posición media es de 5,6, es decir, algo más a favor de poner límites.
Para el 59% de los vascos la principal preocupación es el empleo, seguido de la situación política (18%), la situación económica (13%), las desigualdades sociales y el bienestar (7%), la sanidad o la educación (2%), y la vivienda (1%), mientras que la violencia, la pacificación, los presos o el 'problema vasco' no llegan al 1% en su conjunto.Por último, según este sondeo, 2014 está siendo un buen año en lo personal para una mayoría (54 %) de la ciudadanía vasca. Pero este índice de bienestar ha bajado 24 puntos desde el inicio de la crisis. "Tradicionalmente somos un país de satisfechos, pero el optimismo tiene sus límites", ha comentado Llera. De hecho, un 84 por ciento de los vascos admiten sentir los efectos de la crisis.