Sociedad -
VIAJE EN CARRETA
Llegan 'satisfechos' al Rocío los cuatro jubilados de Llodio
En una carreta tirada por dos mulas. Así han llegado a Huelva los protagonistas de este peculiar viaje que se han mostrado satisfechos aunque reconociendo que el peregrinaje 'ha sido duro'.
Los cuatro jubilados de Laudio han culminado hoy su peculiar viaje en un carro tirado por dos mulas en el que han recorrido los 1.000 kilómetros que separan su localidad y Huelva para asistir a la Romería del Rocío.
Los cuatro amigos de entre 62 y 70 años son miembros de la Cofradía del Señor Sant Roque de esta localidad alavesa y el pasado 2 de abril comenzaron un peregrinaje que ha culminado esta mañana.
El viaje lo han realizado en etapas de unos 30 kilómetros al día con algunas jornadas de descanso.Los jubilados compraron dos mulas y desde noviembre del año pasado las entrenaron para hacer el trayecto.
Uno de los participantes en esta larga romería, José Ramón Larisgoitia, ha mostrado hoy su satisfacción por haber cumplido este reto de atravesar la península de norte a sur, sin ningún contratiempo de importancia en un viaje en el que, dice, han encontrado gente "encantadora en todos los sitios".
Eso sí, reconoce que ha sido "duro" el viaje, porque la climatología no les ha acompañado, a pesar de las fechas en las que lo han realizado. "Hemos tenido viento, agua e incluso aguanieve, pero lo hemos llevado con mucha alegría", ha asegurado.
El próximo sábado, los miembros de la cofradía vasca creada en 1599, participarán en un hermanamiento con la Hermandad de Lucena, de Córdoba, que les ha arropado a su llegada al Rocío.
Denuncia por maltrato animal
Este viaje no fue bien recibido por la asociación Acción para el Respeto Animal, que inició una campaña en la plataforma Change.org para que se anule este viaje y que hasta ahora han rubricado más de 44.000 personas.
Una vez que se llegue a las 50.000 firmas éstas serán entregadas a la Diputación de Álava, al Ministerio de Agricultura y a la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía porque consideran que esta actividad "vulnera claramente las diferentes normativas de bienestar animal".
La citada asociación ha denunciado que los jubilados han comprado estas dos mulas para ser "explotadas" en su "diversión" y posteriormente ser "desechadas".