Sociedad -
Violencia machista
Dos años y medio de cárcel por abusos sexuales a una niña en Tudela
La sentencia ha sido dictada por conformidad de las partes. La víctima tenía 12 años en el momento de la agresión sexual.
AGENCIAS | REDACCIÓN
Euskaraz irakurri: Bi urte eta erdi espetxera, Tuteran neska bati sexu abusua egiteagatik
Un tudelano de 28 años ha sido condenado a dos años y seis mes de prisión como autor de los abusos sexuales cometidos contra una menor de 12 años con la que coincidió en el ascensor de una vivienda de la capital ribera.
La sentencia, dictada por conformidad de las partes por la Sección Primera de la Audiencia de Navarra, le prohíbe también acercarse a la menor a una distancia no inferior a 100 metros, a su domicilio o a cualquier otro lugar donde se encuentre, así como a mantener con ella cualquier tipo de comunicación personal, telefónica a por cualquier otro medio por un tiempo de cuatro años.
La Sala, que admite la eximente de drogadicción y la de reparación del daño causado, le impone asimismo la medida de libertad vigilada por un plazo de cinco años y el pago de 2.000 euros a la menor como indemnización por los perjuicios morales ocasionados.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 14:00 horas del 16 de noviembre de 2014 cuando el procesado vio entrar a la menor en el portal y, al comprobar que estaba sola, entró con ella al ascensor, donde él se bajó en un piso y la chica siguió hasta el siguiente.
Cuando el ascensor se paró y ella estaba de espaldas mirándose al espejo fue abordado por él, que se había tapado el rostro con prendas de vestir y que la agarró fuertemente por la espalda, al tiempo que le tapaba la boca con la mano para no dejarle pedir auxilio mientras le decía "que no gritase o la mataba".
En ese momento, comenzó a decirle que tenía que irse con él y, "con evidente ánimo de menoscabar su libertad sexual", la sometió a diversos tocamientos por el cuerpo.
Aprovechando que el hombre en un instante aflojó la mano, la menor consiguió gritar primero y salir del ascensor después, pidiendo ayuda a sus familiares, ante lo cual él "escapó a toda velocidad del lugar de los hechos".
En el momento de los hechos, el acusado presentaba "una fuerte dependencia a sustancias estupefacientes que afectaban sus facultades volitivas y de control de impulsos", y se encuentra en la actualidad sometido a tratamiento en la institución Proyecto Hombre.