Sociedad -
Galardón del Gobierno Vasco
Tres organismos pro refugiados reciben el premio René Cassin 2016
Las organizaciones Salvamento Marítimo Humanitario, Sabores Solidarios y la Comunidad de Sant Egidio han recibido el distintivo de la mano del lehendakari.
Agencias | Redacción
Euskaraz irakurri: Errefuxiatuekin lanean diren 3 erakundek jaso dute Rene Cassin Saria
Las organizaciones Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), Zaporeak-Sabores Solidarios y la Comunidad de Sant Egidio han recibido en Vitoria-Gasteiz el 'Premio René Cassin 2016', con el que el Gobierno Vasco reconoce la labor solidaria de estas organizaciones, que trabajan en la atención a las personas refugiadas.
El Gobierno Vasco a través de la Secretaría General para la Paz y la Convivencia, entrega el Premio René Cassin con ocasión del Día Internacional de los Derechos Humanos, que se conmemora cada 10 de diciembre.
El premio ha sido entregado por el lehendakari, Iñigo Urkullu, quien ha afirmado que a través de estos galardones, "reconocemos el compromiso voluntario frente a la crisis humanitaria y de injusticia que sufren las personas refugiadas".
Según Urkullu, este premio es también una oportunidad para reiterar el compromiso del Gobierno Vasco en torno a tres principios: humanidad, responsabilidad y legalidad.
Por otra parte, el lehendakari ha pedido a instituciones europeas y a los Gobiernos de la Unión Europea una reconducción urgente de la crisis humanitaria. Ha añadido que "es necesario cambiar la política europea y Euskadi está dispuesta a colaborar".
La ONG vasca Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) fue creada en noviembre de 2015 ante la crisis humanitaria del Mar Egeo (Grecia). El objetivo de la organización es "salvaguardar" la vida de las personas que huyen de guerras y persecuciones por mar la mar.
El proyecto Zaporeak-Sabores Solidario es una actividad solidario-gastronómica llevada a cabo por 'Intxaurrondotik Wukrora Elkartea', que tiene como objetivo dar de comer a diario a las personas refugiadas, en colaboración con los grupos que operan en la isla de Chíos (Grecia).
La Comunidad de Sant Egidio trabaja desde hace decenios en el diálogo interreligioso, el hermanamiento entre los pueblos, la lucha contra la pobreza o la abolición de la pena de muerte.
Ante el drama de las personas refugiadas, esta comunidad ha creado los llamados 'corredores humanitarios', y se ha implicado en una labor de mediación entre las autoridades italianas y la sociedad civil, que permita el tránsito de las personas refugiadas de manera segura, evitando que se arriesguen a perecer en el mar.