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Entrevista en eitb.com

Fermin Muguruza: 'Han sido grabaciones de mucha tensión'

Fermin Muguruza ultima ya los documentales que ha grabado para Al Jazeera. Nos ha hablado de lo vivido en esta extraordinaria experiencia en los países árabes, y también de lo que pasa aquí, en casa.

Bea Sever

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¿Cómo van los documentales? ¿Terminados?Laestructura de los documentales y el trabajo más duro está acabado. Ochode los documentales están entregados y aprobados, preparados paraemitirse, y los últimos tres ya están hechos, pero me falta terminar lapostproducción. Espero que todo esté acabado para el 14 de enero.Además, ahora no tengo otro viaje por delante como me ha ocurrido conlos anteriores. Hacíamos un viaje, terminábamos el capítulo, einmediatamente teníamos otro capítulo por hacer, otro viaje. Añádele aeso las complicaciones que ha habido, la coordinación...

En principio eran 13 capítulos, pero por fin han sido 11. ¿Qué ha ocurrido?Puesque en el paquete entraba Argelia, donde teníamos que hacer doscapítulos, pero no nos dieron los permisos. Algunos países tienen doscapítulos y otros solo uno. Si el país es grande o tiene una granproducción musical, con un documental nos quedábamos cortos. En el casode Argelia teníamos que hacer un capítulo en la capital y otro enCabilia y Orán. Todos los contactos hechos, la producción adelantada,todo lo necesario preparado, pero desde el consulado nos decían queesperásemos, que no era seguro que nos dieran permiso para entrar, y alfinal nos dijeron que no. Si íbamos a hacer cualquier cosa para Al Jazeerano nos daban permiso. Desde la guerra civil echaron a Al Jazeera deArgelia, porque mostraba lo que no había que mostrar. Esos dos capítulosnos han quedado sin hacer, pero los de Marruecos los hemos hecho porlos pelos. Si fuéramos ahora, por ejemplo, seguro que no podríamosentrar, con el conflicto del El Aiun. Antes de empezar toda la masacreya echaron a Al Jazeera porque estaba contando como se organizaban en elcampamento. Viendo que han echado incluso a la gente de Euskal Fondoa,que fueron como observadores, no solo a los periodistas... Aún así, enMarruecos lo tuvimos difícil, nos confiscaron todo el material en lafrontera, estando en Tetuán nos confiscaron todo tres días. Estuvimosgrabando con una cámara alquilada, a escondidas. Estas han sido lasmayores complicaciones, pero en Sudán también hay muchas dificultadespara conseguir una visa, y nos la dieron el último día. Han sidograbaciones de mucha tensión, hasta el último momento no sabíamos supodíamos ir o no.

¿Es muy diferente ir como cantante y como periodista? ¿Cómo os han recibido?Nosotros,en nuestra ignorancia, creíamos que en muchos sitios nos acogerían conlos brazos abiertos; pero no, en algunos países ha sido justo locontrario. Luego, sobre todo en Líbano, Siria y Yemen, el ir en nombrede Al Jazeera nos ha facilitado todo. Pero en Egipto, por ejemplo, hasido muy difícil, nos pusieron en el grupo a un miembro del Ministeriode Información para que controlara lo que hacíamos, porque Al Jazeeramuestra lo que esos gobiernos no quieren mostrar. Lo mismo en Túnez. Yomenciono Túnez porque lo tenemos muy cerca, muchos vascos hemos ido devacaciones allí; pero luego, es una dictadura militar, hay muchísimospresos políticos, no se respetan ni las libertades mínimas, en Internet,por ejemplo, no pueden entrar ni en YouTube,lo tienen prohibido. Hemos tenido oportunidad de conocer muy de cercarealidades diferentes; además, de la mano de músicos, que yo creo queson, y somos, los mejores anfitriones.

¿Cómo conseguiste los contactos en cada país?Antesde empezar hice una investigación. Empecé con este proyecto endiciembre del año pasado y el primer viaje lo hice en marzo. Como llevo27 años en el mundo de la música y he hecho muchos contactos, no solocon músicos, también con gente de las discográficas, con managers, etc.,he conocido mucha gente. Enseguida empecé a pegar toques, por ejemplo,le escribí a Manu Chao porque sabía que él había estado trabajando en Mali, y que en Egiptotambién había hecho una colaboración. Activé mi red a ver si sacabaalgo. Y he de decir que en cuanto se extendió la noticia me escribiómucha gente, gente que yo no conocía, algunos periodistas, que conocían aalguien en Siria, o que sabían de un festival de música en Casablanca.Enseguida conseguí un feed back muy bueno, en un mes hice unmontón de contactos, y poco a poco, tirando del hilo, contactaba con unproductor, ese conocía a otro en otro país... Fue todo muy emotivo,emotivo e intenso. Con algunos productores empezamos a trabajar ytuvimos que dejarlo, por diferencia de ritmos de trabajo. Imagínate sialguien no te contesta en ocho días... Pero al final conseguimosproductores relacionados con la música y el cine, una gente genial. Miprincipal herramienta ha sido YouTube, porque mucha gente tiene algo enla Wikipedia o en alguna otra página de Internet, pero la gran mayoríatienen algo colgado en YouTube, muchas veces con grafía árabe, pero elproductor me mandaba los links, me metía ahí y podía hacer mi selección.He escuchado muchísimos grupos de cada país y luego he tratado deconseguir a esos músicos.

Llevas casi un año con esteproyecto, incluso tu familia se trasladó a Beirut. Imagino que ya tesentirás cómodo en los países árabes.La verdad es que sí.En algunos más cómodo que en otros. Por ejemplo, Kuwait, Bahrein, losEmiratos y esos países se me hacen muy vacíos. Ahí sí que no he sentidolo que he sentido en otros países. Son países muy nuevos, hay muchodinero y una explotación increíble. Me han resultado países de plástico.He estado bien, pero sobre todo porque he disfrutado de la música, perono he sentido lo que he sentido en otros países, esa atracciónincreíble. Por ejemplo, con Líbano, con Marruecos... Porque sabemos quérepresión hay en Marruecos, y sabemos qué injusticia están haciendo conel Sáhara, pero si no, como pueblo, me ha parecido increíble. Además, enMarruecos hicimos dos capítulos, uno en Casablanca, porque es lacapital cultural, y el otro ha sido una especie de road movie,empezando en Tánger, Tetuán, Meknes, Rabat, Marrakech, para acabar enCasablanca. Todos los paisajes, músicos muy distintos... ¡Alucinante! EnEgipto también, uno de los capítulos ha sido en El Cairo, pero el otro,es un viaje por el Nilo, empezando un poco más arriba de Luxor, aAssiut, pasando por El Cairo, Alejandría, y acabando en Port Said, juntoal Canal de Suez. En algunas capitales me he sentido muy cómodo, en ElCairo, en Beirut y también, aunque a priori parecía másdifícil, en Jartum, Sudán. Me ha parecido alucinante. Como lainformación que recibimos está tan tergiversada, y muchas veces eserrónea, cuando vas a esos países y ves la dura realidad que vive lagente y como te reciben... Yo creo que Yemen es el país más extraño;tanto la arquitectura, como la gente, parece que has hecho un viaje dossiglos atrás. Cuando llegamos, estaban extrañados de que no fuéramos ahacer un documental sobre Al Qaeda, de que quisiéramos conocer su cultura.

Tu anterior documental, Checkpoint rock,tenía como objetivo denunciar la situación en Palestina. En este caso,siendo el público objetivo los espectadores de Al Jazeera, ¿podemosdecir que se trata de algo más lúdico?Sí, pero al mismotiempo hay un objetivo político y cultural. Mientras hacíamos losdocumentales, Angela Merkel, la canciller de Alemania, dijo que elmulticulturalismo había muerto, y eso fue como una bomba de neutronespara una persona como yo que siempre estoy tratando de crear puentesentre culturas, y creo que la música es una de las mejores herramientaspara crear comunicación entre culturas. Cuando escuchas que, no unpartido neonazi, sino una presidenta, la de Alemania, ha dicho algo así,y que Sarkozy también en Francia está tirando por la misma líneaideológica, y cuando ves que en Europa está creciendo esa corriente,entonces ves claramente que este tipo de documentales tienen un granvalor educativo, pedagógico y didáctico, pero también político ycultural, para conocer lo que ocurre en otros países y para saber cómoes esa gente. Aún así, en todo lo que hago siempre trato de mimar esaparte lúdica. Y es diferente con respecto a la música de Palestina,porque allí hablan claro sobre la situación política y sobre lo queestán sufriendo. En estos países, igual, expresan más mediante lamúsica, porque mediante la palabra es más difícil, porque la represiónes muy fuerte y no pueden hablar contra el gobierno de forma abierta,hay mucho miedo. En cada país hay una situación diferente y esa ha sido,seguramente, la principal lección que he aprendido. Hablamos de lospaíses árabes y no tienen nada que ver Marruecos, Yemen, Líbano o Sudán.Eso sí, en todos hay un amor tremendo por la música y por la patria.Aún así, en el Golfo ahora está surgiendo una corriente que propugna quela música es pecado.

Los documentales están realizados para la televisión qatarí, pero, ¿se podrán ver en algún otro sitio?Los documentales comenzarán a emitirse a partir de febrero o marzo en Al Jazeera. Yo lo anunciaré en mi blog, en mi web,y trataré de enviar una nota de prensa. Al principio los emitirán enárabe, y a partir de mayo, en la cadena Al Jazeera English, consubtítulos en inglés. Pero después de emitirse, yo tengo la posibilidadde hacer pases en festivales. De momento quiero acabar y quiero ponersubtítulos en castellano para enseñárselos a algunas personas. Ya lotengo hablado con el festival de documentales DOCSDF de México para emitirlos allí, no todos, pero sí alguna serie. Luego, a mi me gustaría proyectar alguno aquí, en el Festival de Cine de San Sebastián, y ya sería mi gran ilusión que se emitieran en ETB,con subtítulos en euskera. Yo creo que van a gustar mucho a la gente,son unos documentales increíbles. Sé que el propio Al Jazeera saca DVDscon las producciones propias, pero con subtítulos en inglés y francés.

¿Cuándo acabes con esto, pondrás las energías en la música o en el cine?Ahoranecesito descansar. Ha sido un año muy duro. Mientras he estado con losdocumentales no he podido hacer nada más, porque la magnitud delproyecto era enorme. He estado desbordado, pocas veces he estado tanocupado y tan preocupado como llevando adelante esto. He hecho oncedocumentales, he visitado diez países, he entrevistado a más de 80 músicos... Alucinante. Ahora tengo dos semanas más tranquilas antes deir a Madrid a terminar todo, y después, quiero coger un par de meses para descansar. Y luego ya veremos.

Aún así, cuando vine de Yemen y antes de ir a Sudán, me junté aquí con los amigos del grupo de Irun Bad Sound System, y con ellos preparamos una canción a favor de Arnaldo Otegi. Me parece que es muy importante que Arnaldo esté en la calle. Es amigopersonal mío, un gran amigo, y más que nunca, creo que ha llegado eltiempo de la palabra. Hay que darle una oportunidad a la palabra y esuna gran injusticia que Arnaldo esté en la cárcel. A la vuelta de Sudánsacamos esa canción y el domingo pasado estuve en Logroño, en la marchapor Arnaldo Otegi. Creo que por fin va a ponerse en marcha ese procesode paz que llevamos ni sé los años reivindicando. Casi seguro que estosdías se conocerá el dichoso comunicado, antes de Navidad, y el año queviene va a ser muy interesante. Habrá que labrar muchos caminos, caminos de trabajo en común, caminos de entendimiento mutuo, habrá que curar muchas heridas, pero no hay otra vía. Antes se repetía otro eslogan, pero mi eslogan es este: "Elkarrizketa da bide bakarra" (el diálogo esel único camino).

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