Sociedad -

Riesgo medioambiental

Pasaia: ¿Hacia la destrucción de un emblemático patrimonio natural?

La asociación de protección del medioambiente de las costas, Surfrider Foundation Europe, cree que debe abandonarse el proyecto del puerto de Pasajes por los riesgos que conlleva.

Surfrider Foundation Europe

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El proyecto del puerto exterior de Pasaia, que se construirá frente a los acantilados del monte Jaizkibel, conlleva numerosos riesgos medioambientales. Surfrider Foundation Europe, como asociación de protección del medio-ambiente de las costas y miembro de la plataforma Jaizkibel, cree que debe abandonarse este proyecto.

En junio de 2010, Jaizkibel Bizirik, una plataforma ciudadana que agrupa una treintena de asociaciones que luchan para paralizar el proyecto y preservar el patrimonio natural de la bahía de Pasajes, pidió el apoyo de Surfrider Foundation a través de su programa "Guardacostas". Con este programa, Surfrider aporta su saber hacer científico, mediático y, en algunos casos, jurídico para poder denunciar todo tipo de agresión contra el patrimonio natural del litoral.

El monte Jaizkibel, situado en Gipuzkoa, representa el límite litoral que separa la localidad fronteriza de Hondarribia y la localidad portuaria de Pasajes. Los acantilados de Jaizkibel y del monte Ulia están considerados como sitios de interés comunitarios (SIC) dentro la red ecológica de áreas de conservación de la biodiversidad en la Unión Europea, NATURA 2000.

Varios documentos oficiales, y más concretamente, el informe del estudio del impacto medio-ambiental del Plan Director de Infraestructuras del Puerto de Pasajes ponen de manifiesto los graves riesgos medioambientales del proyecto, incluso en su versión más reducida.

El proyecto del puerto exterior de Pasaia consiste en traspasar las actividades portuarias de su lugar habitual, la bahía de Pasajes, hacia el mar, más concretamente a las faldas del monte Jaizkibel. Se trata de construir una plataforma de hormigón de al menos 100 hectáreas incluyendo además de una dársena de la misma superficie y diques de 2.700 metros de largo, con unos cimientos de hasta 25 o 30 metros de profundidad en el océano. El acceso desde la tierra se haría cavando dos túneles bajo el monte.

El puerto exterior de Pasaia provocaría una separación física de 2.700 metros entre los acantilados de Jaizkibel y el mar.

La construcción y explotación del puerto de Pasaia influiría también en las áreas de conservación de Iparralde. No hay que olvidar que Hendaia y sus alrededores poseen Áreas de Importancia Comunitaria, consideradas como Zonas Naturales de Interés Económico y Fáunico Florístico (ZNIEFF) y Natura 2000, como son la bahía de Txingudi, el Parque de Abadía y la cornisa vasca, y la bahía de Loya.

Varias especies de ballenas y de delfines, que tienen una "población" estable en la costa vasca, utilizan zonas de Jaizkibel para alimentarse.

Además, el transporte marítimo incidiría mucho en el aumento del nivel sonoro y con la multiplicación del número de barcos que provocaría el super puerto de Pasaia, las fuentes de ruido serían tantas en el medio marino que podrían impedir a los cetáceos comunicarse, orientarse y provocar cambios de comportamiento que, en algunos casos, podrían desembocar en encalladuras o muertes.

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