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Movimiento 15-M

Los indignados abandonan el Congreso y regresan a Sol

Centenares de indignados han protagonizado esta madrugada una sentada frente al Congreso para protestar contra la reforma laboral que el Gobierno aprobará mañana.

Redacción

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Los centenares de simpatizantes del movimiento 15-M que han protagonizado una sentada frente al Congreso de los Diputados de Madrid han abandonado la madrileña calle de la Carrera de San Jerónimo donde se ubica la sede de la Cámara Baja poco después de la una y media de la madrugada y han acordado regresar a la Puerta del Sol.

En una asamblea celebrada pasada la una de la madrugada ante unos dos centenares de personas, los congregados han decidido finalmente abandonar la sentada frente al Congreso y centrase en la acampada que desde hace semanas llevan a cabo en la madrileña puerta del Sol.

El acto de protesta contra la reforma de la negociación colectiva que el Gobierno tiene previsto aprobar el viernes, convocado a través de las redes sociales después de que los acampados de Sol decidieran este martes abandonar la madrileña plaza el próximo domingo, se ha iniciado poco antes de las seis de la tarde de este miércoles y la presencia de ''indignados'' ha ido aumentado con el paso de las horas, llegando hasta casi un millar de personas, para volver a disminuir sobre la medianoche.

Hasta once furgones de la Policía Nacional aguardaban en una esquina del Congreso de los Diputados, mientras que un grupo de agentes de los antidisturbios custodiaban la escalinata de acceso a la Cámara Baja.

A pesar de los llamamientos de los congregados para que les dejaran acceder a la sede donde reside "la soberanía del pueblo español", los agentes comunicaron a los portavoces de la iniciativa la prohibición de acceso al Congreso. Los ''indignados'' han respondido sacando una tienda de campaña y al grito de ''Eso, eso, eso acampada en el Congreso''.

Manifiesto contra la reforma laboral

Durante el acto, los congregados leyeron un manifiesto contra la reforma laboral que el Gobierno tiene previsto aprobar el próximo viernes en el que alertaron de que la reforma de la negociación colectiva supondrá acortar "de forma drástica" los niveles de vida.

Esta reforma, según dijeron, supondrá una bajada de sueldos y un aumento de la jornada laboral. "No me importa un pepino", han gritado en referencia a las propuestas de la canciller alemana Angela Merkel para mejorar la competitividad.

"Basta, no somos mercenarios", han señalado para mostrar su rechazo a estos "vergonzosos recortes" al tiempo que han hecho un llamamiento a una huelga general y han lanzado proclamas de ''manos arriba, esto es un contrato'' o ''Lo va a firmar tu puta madre''.

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