Sociedad -
Violencia machista
Condenado a dos años de cárcel por agredir a una menor en la Semana Grande de 2018
Sin embargo, el agresor no irá a la cárcel con la condición de que no vuelva a delinquir en cinco años y de que abone una indemnización de 2000 euros a la víctima
E. G. | EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: Bi urteko zigorra 2018ko Donostiako Aste Nagusian adingabe bati eraso egiteagatik
Un hombre 32 años ha sido condenado a dos años de cárcel y tres de libertad vigilada acusado de agredir sexualmente a una menor durante las fiestas de la Semana Grande de San Sebastián de 2018.
El agresor, que ha confesado los hechos, no podrá acercarse a su víctima ni comunicarse con ella durante tres años y deberá compensarla con 2000 euros por los daños sufridos, según ha sentenciado el tribunal durante el juicio por estos hechos que ha tenido lugar esta mañana en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa.
No obstante, la pena de prisión le ha sido suspendida con la condición de que no vuelva a delinquir en el plazo de cinco años, y de que abone la indemnización a la chica en los plazos acordados.
La agresión tuvo lugar la madrugada del 16 de agosto de 2018 en la Disko festa que habitualmente tiene lugar durante la Semana Grande donostiarra en las terrazas del Kursaal, donde el inculpado conoció a la víctima, quien por entonces contaba 16 años y a la que le dijo que él tenía 24 años, aunque realmente contaba con 29.
Según recoge el escrito de acusación del Ministerio Público, una vez fuera de la disko festa, a la altura del Paseo Ramón María Lilí, el hombre y la chica "mantuvieron los preliminares propios de una relación sexual mutuamente consentida, con besos y tocamientos".
No obstante, en un momento determinado, el procesado comenzó a tocar a la menor en la zona genital, ante lo que la víctima le manifestó "que no deseaba continuar y que quería marcharse". Sin embargo, el hombre hizo caso omiso a los deseos de la mujer y "trató de penetrarla", hasta que finalmente "desistió" y la menor pudo escapar.
Tras lo sucedido, la víctima "sufre de un trastorno ansioso-depresivo", vio "empeorada" su situación con "episodios autolesivos y pérdida de rendimiento escolar".
Durante la Semana Grande de San Sebastián de aquel año se presentaron siete denuncias por abusos y agresiones sexuales, una cifra sin precedentes en ediciones anteriores que motivó una reunión de urgencia de la Junta de Portavoces municipal para decretar un minuto de silencio en todos los actos de la tarde de la última jornada festiva, como muestra de rechazo a este tipo de sucesos y como una "llamada de concienciación ante los mismos".