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Caso Iñaki Urdangarin

DOCUMENTACIÓN: Urdangarin en el banquillo de los acusados

El duque de Palma está acusado de formar parte de un entramado que desvió casi 6 millones de euros y se ha convertido en el primer miembro de la Familia Real española que es imputado.

El duque de Palma Iñaki Urdangarin. EFE
El duque de Palma Iñaki Urdangarin. EFE
El duque de Palma Iñaki Urdangarin. EFE

Redacción

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Iñaki Urdandarin se enfrenta este sábado a las preguntas del juez del caso Palma Arena como sospechoso de montar un entramado societario para desviar fondos públicos del Instituto Nóos, una entidad sin ánimo de lucro que recibió 5,8 millones de euros entre 2004 y 2007 de varias administraciones. El duque de Palma tendrá que responder en los juzgados de Palma a las acusaciones de la Fiscalía Anticorrupción, la Abogacía de la Comunidad de Baleares y Manos Limpias de apropiarse supuestamente de ese dinero, pagado a Nóos por la Generalitat valenciana y el Govern balear, que se investiga en una pieza del Palma Arena y que cuenta con una veintena de imputados. El marido de la infanta Cristina entró en 2003 como administrador de Nóos y al año siguiente ostentó el cargo de presidente, momento en que era gerente su exsocio Diego Torres, quien pasó a dirigir el instituto cuando Urdangarin dejó su presidencia en 2006. Según sostiene la Fiscalía, Urdangarin y Torres montaron un entramado de varias empresas, administradas por ellos mismos o sus familiares, para apropiarse de ese dinero, y además encargaron a un bufete barcelonés el traslado de parte de él a paraísos fiscales. La Fiscalía afirma que crearon una "estructura societaria" en Belice y Reino Unido que usaron supuestamente para desviar cientos de miles de euros de Nóos, un instituto que, además de los fondos públicos, ingresó entre 2004 y 2008 otros 4,1 millones de euros procedentes de empresas privadas, incluidos clubes de fútbol, aerolíneas o la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).

Tercera jornada de comparecencias La declaración de Urdangarin se produce después de dos sábados consecutivos de comparecencias en Palma de otros imputados en este caso, que comenzaron con la citación de Diego Torres, quien se negó a declarar pero se reservó su derecho a hacerlo voluntariamente después de la comparecencia de su exsocio. Tampoco declaró Ana María Tejeiro, la mujer de Torres (administradora de alguna de las sociedades supuestamente "fantasma"), pero sí lo hicieron los hermanos de esta, Miguel y Marco Antonio, y el abogado especialista en fiscalidad Salvador Trinxet. Miguel Tejeiro, que fue contable de entidades gestionadas por Urdangarin y Torres y secretario del Instituto Nóos, reconoció al juez José Castro que se creó una sociedad para pagar menos impuestos en Belice, aunque defendió que se hizo de forma legal. Tanto Miguel como Marco Antonio Tejeiro afirmaron al juez que la infanta Cristina no estaba involucrada en los negocios de su marido, aunque comparte con él la propiedad de una de las empresas de la supuesta trama, Aizoon. El encargado de estas operaciones en el extranjero fue Trinxet, quien admitió en su declaración que Miguel Tejeiro le pidió que comprara dos sociedades en el Reino Unido y Belice para que Diego Torres operara en otros países, aunque dijo no saber que Urdangarin estaba involucrado en la operación. El pasado sábado las declaraciones continuaron con cuatro imputados más, entre ellos el ex director general de Deportes de Baleares José Luis "Pepote" Ballester, quien fue amigo durante años de Iñaki Urdangarin. Ballester admitió ante el juez que nunca consideró "desproporcionados" los precios de las facturas del Instituto Nóos, y añadió que cuando Urdangarin "hablaba de temas de trabajo nunca estaba presente su mujer", de la que en ninguna ocasión "se mencionó siquiera su nombre". Los documentos y las declaraciones de imputados y testigos que figuran en el sumario de este caso revelan que la mera presencia del duque de Palma decidía a entidades privadas y públicas de todo tipo a contratar con él. Así lo dijo, por ejemplo, el presidente del Villarreal C.F., Fernando Roig, que abonó 696.000 euros a Nóos a cambio de un informe de trece páginas sobre las posibilidades de patrocinio del estadio de El Madrigal, así como el expresidente del Valencia C.F. Juan Bautista Soler.

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